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domingo, 11 de marzo de 2007

Un tema escabroso

Hoy hace tres años del brutal atentado, por cierto me encanta el monumento, pero yo no venía a hablar de eso -ya lo hacen los demás- sino de la eutanasia.

Como hice público hace tres meses, tengo una enfermedad degenerativa muscular desde niña, Ataxia de Friedreich. Ahora tengo 42 años, estoy muy orgullosa de ellos ya que sigo siendo independiente y llevo una vida practicamente normal. Mi trabajo me ha costado y me cuesta, pero pienso que la vida pierde su esencia si no luchas.
Yo no pido ninguna eutanasia ni nada por el estilo, pero pido que se respete la decisión meditada y reflexiva de alguien como Inmaculada Echevarria.
Creo que soy una de las personas con más derecho a opinar sobre el asunto.

Empatía es la palabra que más me gusta del castellano. Camina con sus zapatos por un rato.
Esta señora lleva 20 años postrada en una cama -quien haya leído mi libro sabrá que odio la palabra 'postrada' pero en éste caso es así- no puede hacer nada y todo irá a peor. Y por si fuera poco, se la mantiene con vida gracias a un respirador.
¿Y qué pasa?
Pues que ésta mujer no quiere sufrir más. Lleva pidiendo que la desenchufen mucho tiempo, su mente está sana, su decisión la más sensata y coherente. Acudió a los tribunales y le dieron la razón. Normal.
Y ahora se monta la de Dios.

No alcanzo a entenderlo ¿Cómo se atreve la gente a juzgar a los demás? lo hace todo el mundo, vale, pero ¿Cómo se atreve la gente a juzgar a alguien como Inmaculada Echevarria sin ponerse en su lugar?
Empatía, por favor.

Que en Fotos de un Adiós me quejo de que hace muchos años salió en televisión alguien pidiendo que le ayudaran a morir. No. Me quejo de que un profesional como Iñaki Gabilondo olvidara que cuando alguien sufre un accidente y se queda tetrapléjico, ha de pasar por una fase de negación, de aceptación, y muchas otras fases, antes de sacarla en tu programa pidiendo una eutanasia, sólo, según mi opinión, para que aumente la audiencia.

Hace un día precioso, pese a todo y a todos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La gente habla por hablar y dice por decir. Y juzgan y prejuzgan porque su escasa capacidad no les da para más. Todos lo hacemos (nos metemos todos y sálvase el que pueda).

La única que ha decidir sobre la vida de Inmaculada es ella misma. No nos engañemos Inmaculada es una deshauciada de la vida. Lamento la dureza de mi expresión, pero así lo siento y veo. Inmaculada no tiene expectativas de tener calidad de vida mínima (siempre encerrada en un hospital) ni de esperanzas de mejorar ni de recuperarse.

La empatía, Mamen, es un bien poco prodigado en nuestra sociedad. Por el contrario, el egoísmo y la parcelación son bienes que abundan en demasía. Tan solo hablamos de sentido común, no de moralinas.

Por eso, me parece que el caso de Inmaculada merece comprensión (otro palabro que ya hoy en día apenas tiene significado).

María Narro dijo...

yo no pienso que Inmaculada esté desahuciada de la vida, sino retenida en una parcela de universo que no tiene ni pies ni cabeza. Dices bien, hay no hay dignidad posible, pero es que la palabra dignidad es muy relativa.
Para Inmaculada y antes para R. Sampedro, y algunos más, la única dignidad posible está en la muerte.
Su meta, su esperanza, es la muerte. Parece extraño pero es así.

Sin embargo, conozco a otras personas que viven circunstancias muy similares a los mencionados, y respiran dignidad. Tan respetable o más que lo anterior.

Yo sólo pido que se estudie cada caso por separado, y que una vez que un tribunal decide desconectarla del aparato que sólo le permite sufrir un día más y luego otro, que no nos hablen de ética pq entonces apaga y vamonos.

Eso, que me voy. Un beso.

Unknown dijo...

Es dificil opinar en este tema, porque ¿Tenemos el derecho a negar a quien sea la posibilidad de cesar sus sufrimientos? y a la vez ¿Quienes somos para tomar la vida de nadie, aunque sea por petición del doliente? No lo sé de verdad, y creo que no estoy muy calificado para emitir juicios, ya que hace muy poco viví algo similar, aunque mi dolor era emocional.

Ojala nadie tuviese que sufrir tanto como para desear morir.

Anónimo dijo...

yo soy partidario de que se deje hacer a cada uno lo que quiera si eso no daña a los demás

slts
full

María Narro dijo...

sensato full, ojalá Benzo.
Un beso a los dos.
hasta luego.