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jueves, 19 de enero de 2012

Un quijote sobre ruedas...

-No desfallezcáis, mi señor don Quijote, mirad que los caminos están llenos de sueños robados y presto ha de liberarlos.
-Dices bien, amigo Sancho, que no es menester de un caballero andante quejarse por luchar contra gigantes que prohíben integraciones y mismas oportunidades, ni aun cuando lo haga desde una silla con ruedas. En verdad te digo que el Sabio “Festino” hace la senda difícil, llena de cobardes desilusiones convertidas en peldaños y viles promesas incumplidas disfrazadas de mentiras, ¡mas, ea! prepárame la armadura que he de entrar de nuevo en batalla.
-Mire vuestra merced, que hoy puede ser el día en el que alguien quisiera caminar con sus zapatos un rato...

-Bien parece que no estás cursado en esto de la aventura del vivir -dijo Esteban hablando de nuevo al espejo-. Algunos, quizás yo, nos sentimos hastiados de Estar cuando en verdad queremos Ser. Como loco voy por esos mundos tras una accesibilidad que el Sabio “Festino” ha convertido en utopía, mas todos caminan ya con orejeras cuán rocín bajo tus posaderas, y a nadie le importa lo que le ocurra al otro. La vida camina deprisa, y aunque me canso y tropiezo más de lo que me gustaría en la desazón, amigo Sancho, sigo luchando porque la vida es la batalla más hermosa que pueda existir. Y he de ganar por absurdas e iguales que sean siempre esas batallas, y si no ganar, por lo menos Vivir.
-¡Cobarde de mí! Perdóneme vuestra merced, pensaba que seguía a un loco.
-Quién sabe si no es así, hermano. Quién sabe si alguna vez lograré vivir sin tener que vestir la realidad con los mejores calzones de la locura para que se haga soportable.

-Complacido me quedaría yo sin ínsul
a, mi señor don Quijote, si el Sabio “Festino” tuviera a bien quitar pedruscos de su camino.
-No te preocupes, amigo Sancho, y recuerda que no es menester de caballeros andantes quejarse ni aun cuando lleven ruedas. ¡Más ea! olvidemos ésta plática y empieza a dar brillo a esa armadura.
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miércoles, 11 de enero de 2012

La profesora de piano...

Volaba tan alto, tan lejos... flotaba cada vez que sus dedos rozaban las teclas. Su alma vibraba dejándose arrastrar a un mundo mágico. Nadie creía que pudieran llegar a compenetrarse de aquella manera, a fundirse en un solo corazón porque él, sin duda lo tenía.

Si estaba triste, su música lo decía; si por el contrario veía el sol, su música resplandecía. Aquella perfecta unión sólo la podían compartir con almas blancas, y la querían compartir.
Cuando empezó a enseñar, más de uno se llevo las manos a la cabeza. Cuando veían como sus hijos avanzaban en clase de música, alababan en silencio...
Sus manos..., las manos de Clarisa, a través de sus manos les sentía y guiaba a todos. Disfrutaba tanto o más cuando sus alumnos más aventajados tocaban pequeñas piezas compuestas por ellos mismos.

Y... su preferido, el pequeño Nando, a cuyos padres les había parecido absurda la idea del terapeuta de que empezara a conocer la música, ahora veía un rayo de luz al comprobar que la profesora de piano era sorda desde niña.

(Beethoven se quedó sordo a los cuarenta y cinco años, después compuso la novena sinfonía sin oír nada... )

miércoles, 4 de enero de 2012

Dulce caos...

Queridos señores magos; este año ando bastante confundida con los Reyes.
No sé si también son familia de Iñaki y sabían de su delito desde hace tiempo, si son ustedes mis padres, o si realmente siguen siendo Melchor, Gaspar y Baltasar.
Estoy confundida, de verdad.

¿Ustedes perseguían una estrella?
¿De las que brillan como las farolas? María dice que esas están dentro, pero por más que miro en los cajones y dentro del armario no las veo.
Estoy muy confundida.

¿Y ustedes conceden deseos?
¿Cuántos? ¿Puedo pedir solo uno, o tres ó cuatro?
¿Y puedo comer chuches sin lavarme los dientes?
¿Y quedarme hasta tarde para ver los camellos? María está loca, dice que éste año por la crisis vendrán ustedes en un carro tirado por mulas.

¿Qué es la crisis, señores Magos Reyes queridos?
Ando muy confundida.
¿Y por eso han llamado ustedes a la cajera alemana esa del Merkeldona?
¡Ah...! Ya.


¿Y esa trae juguetes o deseos?

Yo sólo quiero juguetes, a ser posible sin usar, y María deseos. Yo soy la niña que fue cuando era pequeña, un poco después de nacer luego ya no. Ella quiere que te sientas especial siempre... porque lo eres.
María está loca, además de deseos quiere libros y encima los lee. Dice que este año que ya ha venido va a publicar un libro sobre americanos, indios, apaches, la nancy, una muñeca de trapo, una cocinita...
Creo que me he equivocado de lista, esa es la mía, señores Magos Reyes queridos.
Y el libro ese lo ha escrito ella sola mismamente todas las páginas y renglones. No sé si me explico bien al decir que está loca.
¿Y ustedes cuándo llegan aquí para poner mis zapatos en la ventana?
¿Antes o después que a Canarias?


Sólo deseo que os sintáis especiales porque todos lo sois, una pizca de Suerte, mucho Amor, y que el Cáncer se aleje de mi cuñada.


Felices Reyes
María Narro

domingo, 1 de enero de 2012

¡Feliz año nuevo!!

Guapa a rabiar, feliz y contenta; superada carretera... ¡Ahora sí!
a