Bienvenidos a mi blog

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Distinta...


Mira, a veces la gente vive tan agobiada por su propia vida y problemas que se olvida de tener tiempo. Tiempo para ellos mismos y para ti. O otros, simple y llanamente no quieren verte, o les da igual, o se mueren de ganas de verte y no se atreven… ¡La mente es tan complicada que es una odisea el poder comprendernos como para entender a los demás!
No tener un millón de amigos cerca de ti no significa estar sola, ni hay que organizar un botellón todos los sábados para poder vivir. Hay que saber apreciar lo que se tiene. Seguro que más de lo que merecemos.
 
La luna se ha dormido entre los brazos del sol,
sus ojos guardan la ternura de tus manos
acariciando la lluvia que corre por mi espalda
desnuda de miedos con sueños sin atar.

Apreciar, valorar, detenernos ante las pequeñas cosas, ver lo invisible, ir más allá de las palabras. Parece que para poder vivir hay que ser la madre Teresa de Calcuta. Ya te digo…
Pues no, y no me confundas.
Todo eso es opcional y viene solo. Lo importante es querer vivir y ocupar tu tiempo en algo que te guste, tener mucha paciencia e ir abriéndote poco a poco. Y si llegas a sonreír de verdad, habrá comenzado un nuevo día. Tal vez el más grande del universo.
 
Reír…
suavizar el miedo desbocado en la sombra
acallar la pena de una noche sin tregua,
compartir tu risa como si fuera una niña.
Reír con las estrellas
sobre la caricia de un alma que se abre en mis venas,
sobre la piel de la tristeza que no conoce fronteras
que no entiende las guerras.
Reír….
besar al viento de la noche
lamer las lágrimas del sol,
sentir el fuego de la luz.