Llegué a casa rota.
Nunca había reparado en las imágenes de la guerra civil; siempre me habían dicho que recordar aquello era abrir viejas heridas, pero yo necesitaba saber para entender, o recordar para poder olvidar como decía el abuelo, y en las fotografías que miré esa noche sólo veía a mi familia. Mi madre llorando entre las ruinas de la guerra, con un fusil a sus pies...
Alberto se asustó al verme llegar así, pero le dije que necesitaba escribir y se pasaría. Se quedó dormido oyendo el ruido de mi máquina de escribir, a mi lado...
que en éste país
hubo una guerra
que hay dos Españas
que guardan aún
el sabor de viejas deudas..
Los niños de la Guerra Civil Española
son las víctimas inocentes de la violencia que… (…)”
LAS PALABRAS DEL VIENTO… algo muy serio narrado de una forma diferente; una historia tiznada de ironía y humor. Porque de los errores del pasado no se aprende si no se conocen.
¡Buenos días!
No hay comentarios:
Publicar un comentario