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martes, 22 de febrero de 2011

lunes, 14 de febrero de 2011

Y me amarás


Cisne de ternura entre las hojas de un libro mirando al cielo
entre los versos de Ulises llegando a Ítaca,
entre los dedos del viento acariciando mi pelo.

Volverás...
porque soy tu hogar
porque soy la leña recién cortada
una encrucijada de deseo,
un laberinto de miedos.
Arroparás abismos y protegerás la noche
robarás mis besos acariciando el alma,
esconderás la luna entre claveles negros
y yo danzaré tu sed apagando el fuego.

Penélope ya no esperará porque volverás...
volverás sin esperarte,
y me amarás...
me amarás a cada instante.



Poema extraído de mi novela Las palabras del viento.
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viernes, 4 de febrero de 2011

Suave...


Hay días suaves, tal vez llenos, en los que sabes que haces lo correcto, que vas por buen camino. Y le quieres, y te quiere, y sonríes... y casi tocas la primavera...

¡Música Maestro!

Hasta que encontró aquella pasajera solución, creyó volverse loco. Dentro de unos años... ya vería.

Cada noche cuando salía del teatro y llegaba a casa, ponía la manita de Yesco sobre el casset con la grabación del concierto que había dirigido esa noche. El pequeño estaba completamente dormido y así continuaba. Por el día visualizaba vídeos de sus actuaciones mientras Yesco jugaba con su mecano junto a él. Un enorme perro les miraba perezosamente desde la butaca más cómoda de toda la sala.
Hubo un tiempo en el que componía, pero dejó de hacerlo cuando le anunciaron la sordera de su hijo. Era un bebé de seis meses entonces. Sordera profunda, diagnosticaron. -¿ Y la música? -pudo pensar al fin- ¿ mi hijo nunca sabrá lo que es la música?
Yesco tenía cinco años y era inmensamente feliz, como cualquier niño rodeado de amor y ternura. Le gustaba jugar imitando a papá moviendo sus pequeños bracitos. Emitía débiles sonidos al reír que eran vitamina celestial para su familia. El pequeño no se separaba nunca de Guau, un perro amaestrado que le anunciaba los peligros que él no podía oír. Llevaban juntos dos años, se entendían a la perfección. Con U, cómo había aprendido a llamarle Yesco, le dejaban alejarse de los ojos de los mayores sin miedo a que le pasara nada. Pero esas escapadas sólo eran permitidas en la finca de los abuelos.
Por ello aquella mañana el chiquillo no dejaba de sonreír, mientras que con su naricilla apoyada en el cristal del coche de mamá, observaba a dos gigantes algodones blancos perseguirse por un cielo eternamente azul. U, recostado a su lado, apoyando la gran cabeza en sus piernecitas, olisqueaba con los ojos cerrados el aroma de la temprana primavera que se colaba por una ventana. Mamá sonreía a través del retrovisor mirando la felicidad, porque su hijo era eso si la felicidad existía. Las cuatro estaciones de Vivaldi envolvían un turismo rojo que engalanaba una solitaria carretera comarcal.
El abrazo a los abuelos fue fuerte y corto, no podía ser de otra forma estando la pequeña bicicleta en el garaje.
Yesco pedaleaba a golpe de ilusión por el sendero. U, a cappella, ladraba al aire corriendo a su lado. Los altos chopos se inclinaban a saludarle; vistosas mariposas danzaban ante sus ojos abandonando por un momento las flores de los almendros; el viento mesaba sus alborotados y suaves cabellos mientras la vida acariciaba su cara. De pronto, Yesco, se paró. U dejó de ladrar. El niño miró a su alrededor, al cielo. Las puntas de los altísimos chopos tenían ya hojas, jóvenes y tiernas hojas verdes. El suave viento las movía a la vez, de un lado hacía otro, hacia delante, hacia atrás, no paraban... Yesco no dejaba de mirarlas. Se movían todas a la vez... de un lado a otro, de un lado a otro... El niño se bajó de la bici e irguió su cuerpecito, echó la cabeza hacia atrás y emitiendo un leve ruido, comenzó a mover los brazos con su mirada clavada en las hojas que hacían cosquillas al cielo.
U, rompió el silencio, rompió el silencio con dos ladridos; dos ladridos, dos palabras: ¡ Música Maestro!.
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Éste es uno de mis relatos preferidos: el concierto de la Vida dirigido por un niño sordo.
Buen fin de semana a todos
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martes, 25 de enero de 2011

La última romántica


Los minutos se tropiezan con las palabras, hace frío.
“lady Jane dejó caer su lánguido pañuelo al suelo... “
Busco la calidez de tu recuerdo atravesando el tiempo,
“...no vendrá sollozan las flores...”
escribo tu nombre con letras infinitas
“...moriré si ha dejado de quererme...”
en el cristal de mi corazón.

Las palabras se esconden entre mis dedos, llora el cielo.
“sonata de amor bajo las cuerdas de un viejo violín...”
Sueño tu aliento enredado en mi pelo,
“...seré tuya para siempre...”
estás ahí... sé que estás ahí
“...nadie te va a querer como te quiero yo.”
en el centro de mi corazón.
***
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viernes, 21 de enero de 2011

Si te gusta leer...


...hay un rincón en la red que se llama 'Escritores en la sombra'.


He empezado a colaborar con ellos con mi relato Una historia más,

pero mi relato sólo es uno entre los muchos que pueblan este blog... nunca sabes lo que te vas a encontrar. Son muy buenos.


Si te gusta leer date una vuelta por allí, no te arrepentirás.

miércoles, 19 de enero de 2011

Diosa blanca



Escondida entre las flores... diosa blanca
¿Minerva, Isis, Atenea?
Lloras a la luna entre claveles negros.
Lágrimas de amor abrazando el horizonte,
resbalando por mi pecho...
¿Minerva, Isis, Atenea?

La niebla de tus ojos no te deja ver el mar,
la luz, la realidad,
los dioses ya no bailan haciendo el mal
¿Minerva, Isis, Atenea?
No hay demonios, ni dragones...
sólo soledad manchada de gente,
huyendo de lo falso, de lo efímero,
huyendo de las sombras
¿Minerva, Isis, Atenea?

Tal vez confundí el eco de las flores,
el lenguaje de tus dedos.
Suspirando de belleza a las estrellas
sobre la noche incierta del ocaso
¿Minerva, Isis, Atenea?
Tal vez...
tal vez ya no llora el sol,
ni tú,
ni yo.

viernes, 14 de enero de 2011

Contra la polución...





alzo mi voz
contra la polución
que nos invade y...


¿recordáis la canción de Marea negra? claro, que aún no había ley antitabaco.
+
La polución no se puede prohibir, fumar sí.
El estado gana un euro en impuestos de tabaco y gasta dos en curar el tabaquismo, prohibamos el tabaco... a alguien hay que echar la culpa ¿no?
Con un muro hemos topado ¿o es que nadie piensa?
Vaya por delante que yo dejé de fumar hace dos meses por motivos personales, y si me molesta el humo de quien fuma me retiro.

Cuando te prohíben algo tienes más ganas de ese algo, eso produce ataques de ansiedad y fumadores convulsivos. Pero claro, el aire que respiramos es..
. tan... ¿cómo decirlo?
+
Que el tabaco es malo, lo sabemos todos, también el alcohol. Y tantas otras cosas...
Esos ataques de ansiedad los va a pagar ¿quién? o, seamos realistas, la violencia por no poder fumarte un cigarrito que te calme los nervios. Sin contar el dinero perdido/invertido en acondicionar una zona de fumadores en establecimientos públicos... mas no os precupéis, mi señor, aquí sólo está en crisis el gobierno.
+++
A ver cuando prohiben la cerveza que eso si que engorda... ¡ya puestos! :))

miércoles, 12 de enero de 2011

Puede que sí o puede que no


pero no me van a pillar con los brazos cruzados, y en ello estoy.

Y sí... hay algo, inesperado y grande y..., pero no puedo decir nada más.
¿cruzamos los dedos?

Una famosa editora decía que publicar es cuestión de tino y de llegar en el momento adecuado. Y de constancia, y buscar buscar buscar.

Cierro el monotema hasta que no haya datos reales.


No sé porqué esa foto es la que más pega con el post ;)

domingo, 2 de enero de 2011

Sen Boulak...

Mata no sabe lo que ocurre, un gran séquito la conduce a unas piscinas con sauna y ve sobre unas escaleras su albornoz blanco. El móvil está dentro. Apenas tiene batería, sólo puede mandar un breve mensaje: Atrapada en el antiguo Egipto.
Sofía, Sen Boulak –mi rubio pasión-, Maatakara... y muchos más, muchas sorpresas y risas. Sin duda mi proyecto literario más ambicioso, cuyo titulo no puedo desvelar aún.

viernes, 24 de diciembre de 2010

¡Oh... Feliz Navidad!

ésta es una de mis mejores navidades; primero... porque teniendo un perro tan grande en casa no me deja tiempo para nada (me convierto en niña jugando y cantando con él, ya está perfecto y mañana lo dejaremos en la finca antes de que me licencien en loca de remate)
y segundo... porque ayer descubrí esto en la red:

Recomiendo “Fotos de un adiós”

El pasado 4 de diciembre tuve el honor de asistir a la presentación del libro “Fotos de un adiós” de Mª del Carmen García, “María Narro”. Tuvo lugar dicha presentación en el Salón de Actos de Caja de Guadalajara. El libro ha sido publicado con el apoyo del Club Siglo Futuro, Caja Castilla-La Mancha y Caja de Guadalajara. Como invitada de honor al acto estuvo Irene Villa, periodista y escritora, quien expuso un paralelismo entre la vida de la autora y la suya propia, aunque por diferentes causas; paralelismo que se repetía en sus obras literarias y que demostraba con varias citas de la obra de María Narro.

Salí de allí deseoso de poder leer el libro y he tenido la suerte de sacar el tiempo necesario para conseguir terminarlo el mismo día de Navidad. Según iba avanzando sentía el deseo de agradecer públicamente a María, May en el libro, su esfuerzo para engendrar y hacer posible que esta obra literaria haya visto la luz (es como un hijo), su valentía para darnos a conocer una autobiografía inolvidable, su ejemplo para superar cualquier “zancadilla” de la vida que a veces nos parece un abismo (ignorantes de nosotros), su sencillo, bello y profundo lenguaje literario, su estructura combinando su narración con otros relatos y también con una poesía maravillosa…, su incitación a destrozar el libro, a subrayar, a encuadrar, a destacar, a volver sobre lo leído una y mil veces fijándome en “los labios de tu certera pluma” para mejorar en lo posible mi comprensión lectora, y, sobre todo, a reflexionar.

Tengo que leerlo otra vez y tal vez otra…, estoy seguro de que se me han escapado y se me volverán a escapar detalles de importancia.

Un magnífico libro para hacer un buen regalo en cualquier momento y sobre todo en estas fechas. ¿Mira que si jubilas a Juan con las ventas? Perdona mi atrevimiento. Un abrazo. Si tú has hecho tanto, ¿por qué no hacer yo un poquito? Que el 2007 nos traiga a través de los equipos de investigación resultados que permitan una terapia real para la Ataxia de Friedreich y que “este señor deje de cenar en tu mesa”.

Decididamente recomendado: “Fotos de un adiós” de María Narro. Publicado en Ediciones Nostrum. Se vende, según tengo entendido, en varias librerías de Guadalajara a un precio muy asequible.

Julio Aragón López


'Fotos de un adiós' fue el primer libro que escribí... yo no sabía que ésta carta estuviera en internet, la tengo en papel de periódico como muchos recortes más... pero todo esto fue en el 2007. Y encontrarla ayer sin rebuscar nada fue... la imaginación se dispara y aunque luego no ocurra nada saber que todo lo que he escrito hasta ahora -pese a la putada de mi antiguo editor- no ha caido en saco roto me da fuerzas para continuar...

Feliz y preciosa Navidad!!!

(me la he ganado a pulso y perdido 3 Kilos. La foto de las gafas me la hicieron cuando conocí y hablé con el autor de la carta por primera vez, las otras dos son del finde pasado descansando)

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Passion

Por saber, por leer, por escribir, por Renoir.


¿Qué es la pasión? Las ganas, el ansía, la fuerza por Vivir.
Equivocarse y aprender. Seguir, soñar, reír.

Hoy se cumplen los dos meses que me pidió la agencia literaria, y no sé nada. ¿Me darán la sorpresa en Navidad? ¿el resultado del concurso después?
Ahora sé que eso es secundario, aunque no por ello voy a dejar de intentar publicar. Mi familia, los míos, el cariño y travesuras de Bruno –está convaleciente y le tengo conmigo-, todo eso y el día a día, exprimir el corazón cuando escribes, volcarte sobre las letras, estar viva... el ahora, es lo único importante.
Lo demás llegará... porque sé que va a llegar, porque soy una luchadora nata y jamás me voy a rendir. El mundo editorial está en crisis, pero yo no.


¡Felices Fiestas!

martes, 7 de diciembre de 2010

Mujer fatal... y enfermera.

Cuando ocurrió lo de Sánchez Drago –contar sus batallitas en un libro y con la que se monta, hacer pasar su aventura con niñas (Lolitas japonesas NO, niñas japonesas) como anécdota literaria- pensé: ¡Madre de Dios, la sociedad está enferma!
Primero porque algunos escritores consagrados se han olvidado de que la literatura es narrar bien una mentira, y escriben cualquier cosa.
Segundo, luego va Planeta y lo publica.
Y tercero: porque después va la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, con los deberes bien hechos ante la prensa porque al menos yo no me creo que lea –tenga tiempo para leer, quiero decir- y menos El Quijote, y nos cierra la boca a todos diciendo: no vamos hacer otra quema de libros porque no nos guste, como el cura y el barbero quemando todos los libros de caballería. Es literatura como la de García Márquez, la de...

En fins, señora, que a estas alturas algunos sabemos distinguir las batallitas de alguien mayor que se queda sin fantasía. Y paso del tema, sirva que no he llamado señor a este escritor, y que la apología a la pederastia se rechaza y se denuncia por muchos.

Luego otros... que si jovencitas, casi niñas.

Así las cosas, una mujer cuando pasa de los cuarenta, debería sentirse mal, te haces mayor y tal y cual, te niegas a colgarte 3000 euros en el pecho...
El otro día le pregunté a una chica que no maneja bien el castellano y tiene muy pocas luces... ¿es joven la profesora de tu hija?
Y me dice: NO... como tú.
¡te quedas con una cara!

En la piscina, donde vas ‘guapísima’ con el gorrito y sin maquillaje... empecé a descubrir la esencia de la mujer madura. O ya la conocía, pero eso es cosa mía.
Cuando un chico de veinte y pocos, guapo, atlético, alto... con todas las jovencitas revoloteando alrededor de él, tontea contigo.
¡te quedas con una cara también!
Porque es precioso, porque la sociedad quizá no esté tan enferma, porque mi marido estaba detrás de los cristales en plan celoso, aunque sabe que no me gustan los jovencitos.
Porque empieza a crecer mi fama de escritora, yo no lo digo –tan sólo en internet- ya se sabrá.

Y enfermera.
Mientras escribía esto, el pasado domingo día 5, Bruno –mi perrito- tenía un accidente. Se partió una pata trasera. Lloró mucho, pero la eficacia de mi marido –yo no habría podido- consiguió un veterinario y tratamiento de urgencia. También un cirujano, le operan a la una, en el puente más largo del año. Me lo traen a casa después de la operación. Ando desubicada hasta que pase todo esto...