Ese
ansia de vivir. De soñar. De equivocarte. De aprender.
Querer
compartir mi tabla de gimnasia, mi lucha contra la espasticidad o rigidez
muscular.
No todo es tristeza. Nunca.
No todo es tristeza. Nunca.
Empezar
diciendo que no me tomo ningún medicamento.
-Ríete tú de los que echan las cartas. Mi Neurólogo
dice que me tomo un relajante muscular–
Me
lo mandó. Me negué, por los efectos secundarios… ¡pero como no pregunta!
Hay tantos músculos en el cuerpo!! Mi enfermedad es degenerativa muscular, ¡tengo que cuidar de
todos!
Mamá pollo.
Pollo, masculino.
Digo: Operación chifleta.
Hace años que me agencie una buena dosis de humor y disciplina
para trabajar en mi mantenimiento físico.
Y sin darte cuenta vas desarrollando resiliencia, la capacidad
para adaptarse y superar la adversidad.
En mi caso, mente y cuerpo trabajan por igual.
También en mi caso y como purita oveja negra,
invento la resiliencia rebelde.
Sin resignación nunca. Operación
chifleta.
Parece un
chiste, pero es que la palabra CHIFLETA es la que mejor define lo que estoy
haciendo: que no va rectamente a un fin, aunque se encamina a él.
Siempre he intentado que la enfermedad que tengo
avance lo más despacio posible. Soy muy realista. Pero consigo mejorar.
Hace 4 años me hicieron un
informe en traumatología. No voy atada a la silla pero siempre` llevo los codos
apoyados en los reposabrazos. Me pidieron que pusiera mis brazos en cruz, y me
caía hacia un lado. Ahora no me caigo hacia ningún lado, y varias cosas más que
quiero compartir.
No soy profesional y la labor de
documentación es inmensa, mi gimnasia diaria, y si gran cotorra no volver a
tragar piscina acabo la semana que viene.
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