Bienvenidos a mi blog

martes, 10 de septiembre de 2019

Buscando…


Cipriano y tú os marchasteis unos días, primero con la viuda y luego con tus abuelos ya muy ancianos. La sangre de ETA había salpicado de lleno a tu padre y no querías dejarle solo. La verdad es que nunca le había visto tan tocado. Saber que hablaba con su hermano por teléfono cuando se le vino la cafetería encima resultó ser aún más traumático, si cabe.
El Culebra y María de las Begoñas habían alquilado una casa en Huertapelayo, el pueblo de al lado. Imagino que pensarían que así yo no sospecharía.
Y Eulogio, por su parte, andaba empeñado en acabar su novela y para ello me seguía por las calles como si fuera mi sombra. Medio escondido y anotando sin parar en un cuaderno azul.

-¡A éste una somanta de hostias bien das! –decía el guardia civil Eutiquiano, viéndole escribir casi siempre en la puerta del cuartel-. Tanto pintarrajear el Cuerpo de la Benemérita esconde algo.
-Está escribiendo una novela…
-¡Amos anda!
(…)



En alguna estrella

No hay comentarios: