Escribiendo una nueva novela.
…
(…)
-Me pregunto muchas veces por qué soy
así, madre, por qué tengo que ser sensato para darme cuenta de que la vida no
es sino una mierda de inteligentes deducciones.
Hay quien se pone metas, objetivos, cree en algo:
en amor, en un dios, pero es difícil creer en algo sino crees en ti mismo.
Nadie siente alegría y, sin embargo, no hacemos nada para cambiar las cosas
porque no sabemos qué es lo que podemos hacer, no sabemos cuál es la solución
porque no la hay; la única solución, y aunque parezca absurda, es vivir en una
dulce tiniebla, ser un iluso, un estúpido que no piensa y no ve las cosas más
allá que lo que alcance su mirada. Es muy fácil hacerse pasar por tonto.
No soy ningún patán, ni siquiera lo fui de niño
aunque usted solo tuviese ojos para mis hermanos.
Ya no tenemos valor; quizá no lo tuvimos
nunca.
Y aún así, creo que el hombre más
valiente está asustado de sí mismo
El
inspector Calvete se reconciliaba con el mundo después de aquellas profundas
conversaciones con su madre. La persona más importante para él y la que menos
le conocía. Pero era ella la que le ayudaba a esquivar la depresión que le
rondaba. Por lo demás su vida era un circo, llena de delincuentes, policías,
dos hermanos con los que no se hablaba y literatura. Mucha literatura.
-Si yo observo que un perro no ha
ladrado cuando debía haberlo hecho me digo: ¡Ah! Un crimen estilo Sherlock
Holmes.
“¡Este tío es tonto!”
Le miraba y
casi se arrepentía de haber confiado en él, de lo que sí se empezaba a
arrepentir era… (…)
……. ………
El sótano de la abuela
El sótano de la abuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario