Estábamos agotados, aquel sábado nos habíamos levantado a las 5 a.m. para hacer el viaje y al menos yo soy incapaz de dormir en coche o autocar, y hacía demasiado calor.
Después de visitar el acuario que es impresionante y divino, entramos al pabellón de Egipto donde vuelves a comprender la importancia y lo básico que ha sido y es el Nilo para aquel país. Lo que no sabía yo es que el Nilo nace en uno de los países con más sed y hambruna de África, y éste dato me descolocó un poco.

Después y ya anocheciendo cenamos todo el grupo en otro restaurante, aunque en un principio se había dicho que cenaríamos en la pensión. El cansancio había hecho mella en todos pero... de perdidos al río y empieza a soplar el aire. Ya me he convertido el pantalón largo en corto y paso de tó Dios.
Quedamos para irnos a las 10.30 en la salida que está junto al pabellón libro, pabellón que aún ando buscando porque no existe, pero es que la tontuna e intelectualidad de lAs organizadoras aumento al enterarse de que ‘alguien como yo’ escribe.
Bajamos toda la ribera del Ebro con centenares de personas preparadas para ver ya el espectáculo Iceberg por lo que nos íbamos parando cada dos por tres todo el grupo, queríamos ver.
Cuando llegamos a la puerta de salida son las 11 y cuarto, tenemos que esperar hasta las 12. Cansados, agotados, sentados en el suelo -¡la gran moda de la Expo!- y una sorpresa: unos fuegos artificiales que parecían que te comían, que gritaban demasiadas cosas...
A la mañana siguiente y después de mi accidente visitamos en primer lugar el pabellón de Castilla la Mancha pues había subvencionado el viaje. Luego cada uno por su lado, nosotros fuimos al Pabellón Puente diseñado por la a
rquitecta británico-iraquí Zaha Hadid. Es una maravilla y lo mejor de la Expo en cuanto a arquitectura se refiere. Coincidimos al entrar aquí con el presidente japonés y su séquito, y yo disimulando y diciéndole a mi marido: nos colocamos detrás de ellos ya verás que bien se lo explican.
No me dio tiempo a pensar que yo no entiendo el japonés porque ésta gente ve las exposiciones sin pararse, casi corriendo. Van a fichar, a figurar y a que les hagan la foto.
Como casi todo el mundo.
Hay tanto que ver, vas con tanta prisa por ver, demasiado calor y aquello se disfruta más por la noche... pero a las 10 c
ierran todas las exposiciones. Por eso he titulado el post expo-OCIO Zaragoza.
Lo que más me ha gustado ha sido el Acuario Fluvial, y lo que más me ha impresionado fue la Exposición Sed y otra llamada ‘Exceso de agua’ donde vives un simulacro de tsunami.
Vimos muchos más pabellones, pero nos faltaron por ver el doble.
¿volverías? No
Bueno, quizá sola y en otoño.
Después de visitar el acuario que es impresionante y divino, entramos al pabellón de Egipto donde vuelves a comprender la importancia y lo básico que ha sido y es el Nilo para aquel país. Lo que no sabía yo es que el Nilo nace en uno de los países con más sed y hambruna de África, y éste dato me descolocó un poco.
Después y ya anocheciendo cenamos todo el grupo en otro restaurante, aunque en un principio se había dicho que cenaríamos en la pensión. El cansancio había hecho mella en todos pero... de perdidos al río y empieza a soplar el aire. Ya me he convertido el pantalón largo en corto y paso de tó Dios.
Quedamos para irnos a las 10.30 en la salida que está junto al pabellón libro, pabellón que aún ando buscando porque no existe, pero es que la tontuna e intelectualidad de lAs organizadoras aumento al enterarse de que ‘alguien como yo’ escribe.
Bajamos toda la ribera del Ebro con centenares de personas preparadas para ver ya el espectáculo Iceberg por lo que nos íbamos parando cada dos por tres todo el grupo, queríamos ver.
Cuando llegamos a la puerta de salida son las 11 y cuarto, tenemos que esperar hasta las 12. Cansados, agotados, sentados en el suelo -¡la gran moda de la Expo!- y una sorpresa: unos fuegos artificiales que parecían que te comían, que gritaban demasiadas cosas...
A la mañana siguiente y después de mi accidente visitamos en primer lugar el pabellón de Castilla la Mancha pues había subvencionado el viaje. Luego cada uno por su lado, nosotros fuimos al Pabellón Puente diseñado por la a
No me dio tiempo a pensar que yo no entiendo el japonés porque ésta gente ve las exposiciones sin pararse, casi corriendo. Van a fichar, a figurar y a que les hagan la foto.
Como casi todo el mundo.
Hay tanto que ver, vas con tanta prisa por ver, demasiado calor y aquello se disfruta más por la noche... pero a las 10 c
Lo que más me ha gustado ha sido el Acuario Fluvial, y lo que más me ha impresionado fue la Exposición Sed y otra llamada ‘Exceso de agua’ donde vives un simulacro de tsunami.
Vimos muchos más pabellones, pero nos faltaron por ver el doble.
¿volverías? No
Bueno, quizá sola y en otoño.