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viernes, 21 de diciembre de 2018

Libia, la Navidad


Va tan deprisa la vida que a veces rozas la soledad, cada uno va a lo suyo y te has convertido en el último mono.
Pero muy mona.
Y me pido el último mono de Singapur, que suena mejor.

Pero no es malo estar sola, malo es sentirse sola. Y juro que te daría de... lo más alejado a  un beso, cuando dándome la espalda hablas de mí como si no estuviera. sabes que no te oigo si no me miras y veo tus labios. Qué importa!! El último mono de Singapur –que ahora oye más que nunca, sin audífonos. Sin médicos, sin resignación. Con constancia e  investigación-.
Lástima de  educación y sentimientos del mono. De Singapur. Para no mandarte al carajo y un poco más allá.
Y que es Navidad. Días complicados y bellos. Cargados de paciencia y alegría.
Intrínseca, no me hace falta disfrazarme. Aunque no sé si la veras, soy de todo menos idiota.

Palermo. Conferencia Internacional por Libia 12/11/2018
“Con la mediación de Al Sissi, Italia ha logrado convocar al mariscal Khalifa Haftar. Roma recupera de Francia el expediente libio. La ONU ve realizado su plan económico: un solo banco central que recaude los ingresos provenientes del petróleo. Para encaminar a Libia a la paz, se precisa trabajar sobre tres frentes: la economía, el desarme de las milicias y la reconciliación nacional. El dinero libio congelado en el exterior rondaría los 500 millardos de dólares estadounidenses. 

(…)Los que ganan son, sobre todo, la ONU –Ghassan Salamé y Stephanie Williams – que ve realizado su plan económico: poner fin a la distribución bipolar de las entradas petrolíferas en dos bancos, reuniendo la totalidad de los ingresos en un único banco central bajo Al Serraj, para evitar la dispersión de fondos, algo que sólo serviría para financiar a las milicias. Dicho paso es el preludio a las elecciones, para las cuales se hace necesaria una constitución aprobada por todos.

Gana también Italia, que de un modo elegante ha logrado recuperar la gestión del expediente Libia y quitárselo de las manos a Francia, un actor importante en el sur de Libia y de enorme influencia sobre las milicias, otorgando nuevamente a Roma su posición única en Libia, reconocida internacionalmente.
En cuanto a los ganadores locales, por ahora debe excluirse al pueblo libio, siendo que a corto plazo no sentirá ningún beneficio de todo esto…”`

Y  mientras la desolación, el miedo, el contrabando de armas y de seres humanos seguirán llenando las calles desnudas de Libia. Otros huirán.
Y a más de mil kilómetros de los países que viven en Guerra seguiremos pensando que vivimos la mayor de las injusticias.
Feliz Navidad.


viernes, 30 de noviembre de 2018

El mundo al VERRÉS


El mundo al revés.-

Hace varios meses se habló mucho del Aquarius aquel barco de refugiados procedentes de Libia en su mayoría. Algunos países, como fue el caso de Italia, les negaron la entrada alegando ‘no al tráfico ilegal de inmigrantes’.
En aquel barco había niños, embarazadas, menores… No iban de paseo, buscaban una vida digna ¿y la encontraron?
Pues no lo sé. Yo no podría negarle la ayuda a nadie, pero hay que mirar hacia todos los sitios antes. No todo el mundo puede ayudar y España lo hizo. Y si protestas eres facha. O  racista.
Solo pienso.

No me parece muy normal luchar por los derechos humanos de unos. Sino por lo de todos.

Por nuestros mayores, para que se igualen las pensiones.
Porque puedan encender la calefacción más de dos horas al día, por ejemplo.
Hay tanto paro en España que me preocupa y avergüenza tanto las pensiones vitalicias de los políticos, como las pateras llenas de inmigrantes que llegan a nuestras costas.
Los desahucios. Los mortales y oscuros desahucios.
La violencia.

El dinero destinado al Procés, pasando por encima de los parados que dejó la ‘espanta’ de empresas en Cataluña, entre otras acrobacias.
Y si de acrobacias y monopatines hablamos, que  se prepare la Policía Local de Guadalajara. Cuando los chicos se aburren no conducen a toda pastilla por la acera sino por la carretera.

Y si vuelvo a oír que Kiko Matamoros es el critico LITERARIO más influenciable del país… pues alzo los brazos y grito ¡Gibraltar español! Y sansacabao.



martes, 13 de marzo de 2018

Te mentiría


Te mentiría si dijera
que nunca pregunté al viento
si tú me querías…
Te mentiría.

Te mentiría si dijera
que no he visto, en el ocaso de la luna,
a una sirena llorar,
que no he visto a miles de cisnes
rendirse ante la adversidad,
que no he visto tenues estrellas
vagando en la oscuridad.

Te mentiría si dijera
que la vida es un tobogán
de dulces sensaciones,
que la vida nace y muere
con cada valiente,
que la vida es una senda
ya marcada...
Te mentiría.

Te mentiría si dijera
que nunca he visto marchitarse
la primavera,
que nunca he visto quebrarse
una quimera,
que nunca he visto perderse
mi fuerza entera.

Te mentiría si dijera
que siempre pregunté al viento
por qué a mí...
Te mentiría.

viernes, 5 de enero de 2018

Un solo corazón

Sentada en el andén, 
Mi cuerpo tiembla y puedo ver, 
Que a lo lejos silva el viejo tren 
Como sombra del ayer. 

Hacía frío. Sentía congelada su alma mientras llenaba aquella triste maleta con diminutos jirones de su ser, poca ropa y demasiados sueños rotos. Era lo mejor. De alguna forma era lo mejor, se repetía sin cesar. ¡Pero eran tantos, tantos los recuerdos de los momentos felices vividos, había sido tan puro y noble su amor! Lo llenaba todo y poco a poco o fue de repente.. veía como aquel hombre se iba convirtiendo en un extraño, y a pesar de todo le seguía queriendo, y a pesar de todo... ¡No podía más! Temía que le fallaran las fuerzas... ¡dolía tanto! Secándose las lágrimas, Laura, cerró la maleta, salió de casa y se dirigió a la estación de Atocha.
Una mujer perdida ocupó un asiento en el tren de las 17.45 Madrid-Salamanca.
Si los recuerdos no quemaran, si no la hubieran conducido a las más míseras tinieblas, quizá podría haber pensado que no todos los días le ofrecen a una un cargo de responsabilidad en una revista tan prestigiosa como ‘suya’. Pero no podía darse cuenta de nada.

El tren se puso en marcha. Su mirada se iba deslizando sobre un paisaje que no veía y su corazón solo gritaba: Daniel... Daniel... Daniel...

Fue un poco antes de Navidad cuando en una noche negra, después de una absurda discusión, él acabo perdiendo los nervios y estampó un violento puñetazo sobre el rostro de su mujer. Laura petrificada mientras veía correr la sangre que emanaba de su nariz, se encerró en el cuarto de baño. Daniel espantado de sí mismo salió de casa. Aquella noche volvió de madrugada. Antes de irse a trabajar Laura creyó observarle mirando preocupado su herida en la cara, también le pareció recibir un beso en la frente, pero cuando despertó y se vio sola supo que lo había soñado. Aquella mañana mientras se pintaba más de lo normal intentando que no se notase nada sobre su pálida piel, recordaba los primeros años de casada.
.... La infantil efusión con que daba y recibía Amor, caricias, cariños. Como dejaba mecer su espíritu en la más preciosa cuna de ilusiones sin faltarle nunca esa chispa de fuego en sus ojos. Y Daniel, diligente, caballero, amantísimo de su mujer, viviendo para ella; pintando proyectos, sueños de mil colores y sacando a flote una pequeña empresa. Pasaban los años y crecía la empresa, crecía él y crecía su matrimonio. Se encontraba en el cenit de su carrera. Y sin saber cuando todo empezó a ir mal...

Paso el día sola. Se acostó temprano refugiándose en la lectura. Sintió a su marido llegar a casa, prepararse la cena y evitar entrar en el dormitorio ¿sentía remordimientos? No, él no sabía qué era eso. Esa noche tampoco durmió con ella. Por la mañana Laura encontró una rosa en la almohada.
 Y así transcurrían los días, unos daban paso a otros. Las rosas sobre la almohada se multiplicaban, pero era, como si a esas flores les faltara el color, la vida. En Navidad, delante de la familia, Laura y Daniel volvieron a ser el matrimonio perfecto. Pero algo se rompía cada vez más. Dicen que la convivencia es la tumba del Amor, pensaba ella viendo cada vez más lejos aquel paraíso de Dante, esa sublime expresión del ideal, ese cielo siempre azul.
Necesitaba volver a ser ella. Recobrar su identidad, aunque nada le dolía más que imaginar la vida sin él sabía que debía ser así, tenía que volver a empezar, en otro lugar, lejos de allí.
Tres meses después viajaba a Salamanca gracias a la oferta recibida.

Mirando distraídamente por la ventana de su oficina mientras saboreaba un solitario café, su pensamiento volaba hacia él, “¿Por qué no llama? ¿Por qué no escribe? ¿Se ha olvidado ya de mí?”
No, no era fácil ser un solo corazón.
Había decidido ser avara con sus sentimientos, empequeñecer su corazón pensando solo en ella, después en ella y luego en ella, ¡cúmplelo! –se dijo.
El teléfono sonó.
-Laura tráeme el nuevo catálogo.

Al llegar con los vistosos papeles al despacho del gerente, la secretaría le informó que tendría que esperar un par de minutos.
-Está hablando con el jefe- dijo señalando hacia la puerta del despacho.
Mientras las dos mujeres seguían hablando, dentro de la oficina la gerente se despedía de su interlocutor:
-Sí, no te preocupes, te mantendré informado de todo, descuida, confía en mí, nunca lo sabrá Daniel.

No será fácil ser 
De nuevo un solo corazón, 
Siempre había sido una mitad 
Sin saber mi identidad.