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jueves, 22 de marzo de 2012

¡Ay...! Las palabras del viento

“...Merche y Bernarda se lo merecen, y los amantes de la literatura, de la buena, se merecen que forme parte de sus vidas. Y, en justicia, Sigüenza se merece un sitio en la historia que le corresponde. Y tú la has colocado donde se merece..."

Antonio Mata Huete
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autor de 'Aires de Gloria' y redactor jefe de la revista cinegética Caza y Safari.

Queda un mes, todo llega.
¿Nerviosa? No, en absoluto, me ha costado demasiado llegar aquí, si no me entra la tos o un ataque de risa lo haré genial ;)
Es el logro de una mujer que, ocultando su enfermedad, sólo pedía que se la tratase como a un escritor más. Y nadie me hizo caso... sólo una gran editorial se entusiasmó con mi propuesta, pero la escritora que más me ha minusvalorado siempre se adelantó a decirles lo que yo ocultaba (algunas personas son un tanto torpes, y todo se sabe)

En la propuesta editorial que envíe no figura mi enfermedad ni discapacidad, en mi currículum tampoco. Se trataba de que valoraran mi forma de escribir, al menos mi mediana inteligencia lo entiende así. Una vez que me piden la novela entonces ya hablo de mí, porque yo no me avergüenzo de nada... ni intento vender un rosal ocultando las espinas.
Sobran nombres, al menos yo tengo clase... pero jamás leeré un libro tuyo.

Entre cardos y ninguneo pasan casi dos años y, ‘enseñando un poco la patita’ y leyéndome por fin, Las palabras del viento empieza a interesar, pero va a ser el Grup Lobher quien la va a publicar porque creyeron en mi novela hace meses.
Y que a nadie le extrañe que piense que no gusta tanto leer como se dice, si Las palabras del viento es novela corta, si escribo un libro de 500 páginas no me lee ni Dios.
De todas formas... alargar una historia que has contado en ciento y pico páginas por parecer más intelectual, me parece tan absurdo que no se por dónde cogerlo...
Es que la gente se queda con ganas de ti (al menos algo así me han dicho). Mejor que la novela resulte algo sesudo, difícil de leer y largo ¿no? Y si de verdad interesa leer más de mí: estoy ultimando un divertido libro de relatos que colgaré después del verano en Amazon.

Va a ser difícil romper tópicos y prejuicios siendo novata, o no... quién sabe. Las críticas que van llegando de la novela son buenas... muy buenas (aún faltan y ya hablaré de ellas; no quiero poner a nadie en un compromiso) y van a ayudar a romper ese muro de prejuicios que me rodea o a esa gente que me considera idiota (¡las apariencias engañan tanto!); aunque las críticas sean negativas me ayudaran a crecer como escritora, como persona. Y tan novata no soy; es mi segunda novela, pero mi cuarto libro (además de haber participado en tres libros más)
Mi madre sí que está nerviosa, la ha leído ya tres veces y cada vez le gusta más. Pero la primera vez que la leyó, se asustó. Tú estás segura de que lo que cuentas ocurrió, me preguntaba.
Los acontecimientos militares sí, lo demás no: nada.

Las palabras del viento puede ser una sorpresa, y yo con ella... si no me entra la tos o un ataque de risa jajajajaja
(tranquilos que aún queda un mes para ‘educarme’)

¿Y tú qué sabes de la guerra civil? Continuará... no sé si aquí pues hay mucho trabajo detrás del telón, o como me dijo mi amiga Antonia J Corrales: en las presentaciones.

lunes, 19 de marzo de 2012

¿Desaparecida?



No. Entrenando (tanto física como psicológicamente), leyendo, escribiendo y pensando.
La gimnasia, el deporte y estar activa, hace tiempo que son mis apellidos. Ahora lo son más que nunca, además de producir bienestar, te agotas y no piensas.
¡Ni que te estuvieras entrenando para casarte!
Ahora no, hace veinticuatro años sí. Ya dije que el día 23 de abril era especial para mí, si se cumplen fechas: presentaré LAS PALABRAS DEL VIENTO, y es mi aniversario de boda.
Unos leen el Quijote sin parar el día 23, y yo me casé.

También se entrena leyendo, y sobre todo se aprende mucho. Me reservaba el libro de Niños feroces de Lorenzo Silva para documentarme más y mejor sobre las guerras. Todos las tememos y odiamos pero queremos saber, entender si se puede. Aunque la codicia y avaricia de quienes mueven las guerras llevándose por delante a decenas de miles de inocentes está fuera de cualquier alcance de compresión, queremos saber. De Niños feroces haré una reseña antes de “lanzarme al vacío” con mi novela, merece la pena.
Creo que ya ha pasado el tiempo (y ahora me refiero sólo a España con la guerra civil) de decir o pensar que mirar hacia atrás es abrir viejas heridas (me/nos enseñaron a pensar así). Es ilógico y casi tétrico nombrar a Hitler, nazis, Alemania, Guerra mundial... aquello fue historia, y lo que ocurrió aquí ¿qué fue?
Sin política, SIN banderas, narrado de un forma diferente, Las palabras del viento te invita a mirar atrás. Pero no es una historia de guerra sino que mezcla la trama de la novela con la guerra civil.

Mucho, mucho que decir... por eso escribo.

miércoles, 7 de marzo de 2012