Bienvenidos a mi blog

lunes, 27 de septiembre de 2010

Si me faltaras tú...



Entre nubes, ogros y cardos, camino sin ver la realidad
no quiero competir, ni ser comercial, ni ser como todos
no puedo encerrarme en una gota de agua


Si me faltaras tú...
sería más difícil vivir
más difícil seguir...
insoportable reír.


Si me faltaras tú la noche se convertiría en día
o mi día se hubiera convertido en noche.


¿Por qué es tan importante nuestro cumpleaños? ¿que se acuerden de ti?
Gracias.

jueves, 16 de septiembre de 2010

¿Tienes un ratito...?


¿tomamos un café?

Me gustaría hablarte más hondamente de mi última novela... contarte el porqué, cómo, el cuándo ya lo sabes.

Me gustaría que oyeras y vieras lo que yo vi cuando la escribía. Y que leyeras los dos primeros folios.

Dije que aquí ya no hablaría más de ella, y aunque soy impredecible lo voy a cumplir...


Mi última locura -aún en obras- necesita mucha promoción y lo haré dentro de lo posible e imposible.
¡estoy hasta arriba de trabajo, obligaciones y fiestas!

Gracias por estar ahí.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Chica de plata...

Tal vez porque nací un mes de septiembre, porque mi marido, mi perro y mi trabajo ayudan... o, el apoyo de mi familia, la obra en casa... quizá por todo, pero por fin vuelvo a ser yo.
La sinceridad, cariño, sus juegos, saltos, carreras, lametazos, ponerme perdida cuando se sube encima de mí, la hora del baño... lo que me hace reír Bruno está curando mi tristeza. Tristeza escondida, como siempre.


Meterle en un piso sería matarle; necesita correr, esconder sus huesos por toda la finca, sus juguetes... ¡No tengo ni repajolera idea de cómo ha aprendido a coger tomates! Jajajajaja pero ayer mordisqueaba uno bien rojo. Le llevé un oso de peluche y fue divino, no le soltó, corría con él...
Le hemos hecho una caseta para dormir dentro de otra caseta donde tiene comida y agua, por la noche ya hace frío. En el invierno protegeré aún más su ‘cueva’.



Resumo la historia de Bruno:

nos encontró hace dos meses, le habían abandonado y apaleado... ya no queda rastro de aquel perrillo asustadizo, ni casi rastro de las palabras del veterinario de que seguramente moriría...

Las fotos son del fin de semana pasado; informándome con unos papeles del Liroy Merlin, bañándole y Bruno... Bruno... Bruno.

No voy a hablar más de mi novela, aquí no, hasta que no gane un concurso o firme con los editores ;)). Mi fallo fue no enviar a nadie los primeros capítulos ¿verdad?
-ya me entenderéis-

Sigo escribiendo, divirtiéndome y creando.