Sábado de Cine
sábado, 30 de junio de 2007
El fantasma de la ópera
viernes, 29 de junio de 2007
Déjame soñar
quiero acallar la noche con un beso
volcar el dolor de las entrañas,
sentirme princesa a tu lado.
Déjame imaginar,
quiero recorrer tu piel con mis dedos
arrojar los silencios que queman,
sentirme montaña a tu lado.
Déjame soñar
quiero recrearme en tu piel,
inventar historias de infiernos
recorrer tus líneas con mi piel,
sentirme caricia en un beso
amanecer de nuevo otra vez.
jueves, 28 de junio de 2007
Un acto de Amor
Con mis manos escondidas entre las suyas, esperábamos a que los doctores nos recibieran hablando de dulces trivialidades. Una enfermera me avisó para que entrara, y apretando la mano de Juan avanzamos hacia la consulta. Sonreía al presentarles a mi novio. La doctora volvió a hablar de la inconveniencia de tener hijos después de explicarle a Juan todo lo concerniente a mi enfermedad, entonces fue ella la que sonrío al darse cuenta de que ambos éramos plenamente conscientes de la realidad. Conscientes y soñadores ilusionados, pero nadie mejor que los médicos sabe que cuando se acaban los sueños e ilusiones, dejas de vivir.
Ellos me conocían a mí, o se maravillaban de conocerme cada vez menos.
Mis ojos se ensombrecieron al decir que ya había tomado una decisión... (...)
(...)Ingresé en el hospital un domingo por la tarde. La operación tendría lugar a la mañana siguiente y si todo salía bien, sólo estaría ingresada dos días. Juan venía conmigo y estuvimos juntos hasta tarde. El lunes, en cuanto saliera de trabajar, vendría al hospital. Me besó en la frente al irse.
A mi compañera de habitación le dijimos que me operaban de apendicitis. A ella también, y aunque nos operaban a las dos por la mañana, solamente a mí me dieron un calmante para dormir. Estaba muy nerviosa, pero sobre todo estaba triste y muy asustada.
¡Si la experiencia de otra vida me hubiera susurrado entonces que, estaba a punto de protagonizar uno de los mayores actos de Amor renunciando a lo que más había anhelado siempre!, me hubiera sentido una heroína, por lo menos. Pero como nadie susurró, en la cama del hospital aquella noche se encontraba la más diminuta caperucita, soñando que había perdido la cesta que llevaba a su abuelita, estaba a punto de comerla el lobo y su madre la había regañado; el cazador entraría pronto en escena y la salvaría. Se demoraba y yo me desperté sudando. Abracé la almohada y recordando que Juan era cazador desde que pudo sostener un tirachinas, me quedé dormida de nuevo.
-pag 118 Fotos de un Adiós-
miércoles, 27 de junio de 2007
Mírame...
Al llegar al final de la ladera se abrió un camino que ascendía hasta el cielo. Sin dudarlo apretaste las rodillas contra el lomo del hermoso caballo para indicarle que comenzara a subir.
Según ascendíais veías que a un lado del camino estaba todo lo que duele. Desprecios, ignorancia, falta de respeto, prejuicios... Pero en el otro lado del camino sólo había bondad y diálogo.
Al llegar casi al cielo y después de haber sufrido gratuitamente (gratuitamente porque ellos ni sospechan que tengas sentimientos, ni sospechan que cada vez que le dicen a alguien “bah, está igual” te mereces todo porque ese igual en una enfermedad degenerativa es mucho, y cuesta más)... ya no sé por donde iba... ¡ah, sí!
Al llegar casi al cielo y después de haber sufrido gratuitamente iniciasteis el camino de regreso, pero ésta vez sólo mirabas el lado bueno del camino, el lado bueno de las cosas. Volvisteis a atravesar la ladera, sonriendo mientras galopabais, y reparaste en que sólo había dos clases de flores. Había muchas rosas blancas y había muchas rosas rojas.
Cuando te sentaste de nuevo en la silla, descubriste entre tus manos una rosa de cada color.
Mírame... vuelve a retar al mundo con los ojos, una rosa blanca simboliza la vida, la roja la pasión... y tu sientes Pasión por la Vida.
martes, 26 de junio de 2007
¡Aire!
domingo, 24 de junio de 2007
Narro, María Narro
2.- Podrías ver miles veces como si fuera la primera, y de hecho has visto... Casablanca, Lo que el viento se llevó, El hombre que susurraba a los caballos… muchas. Me encanta el cine y aunque la hayas visto mil veces casi siempre encuentras algo en lo que no habías reparado.
3.- No soportas ni de lejos.... que te miren por encima del hombro, la prepotencia, los prejuicios y la hipocresía.
4.- Algo que puedes hacer hoy pero que siempre dejas para mañana... ir al dentista a arreglarme un empaste.
5.- Un personaje histórico al que hubieses querido estrechar la mano... Adolfo Suárez.
6.- Una revolución pendiente... pendiente de acabar, la mía propia. A ver si me estoy algo más quieta de una vez.
7.- Te pasarías horas aspirando el perfume de... el de la hierba mojada.
8.- Tu vicio inconfesable es... totalmente inconfesable.
. Y el confesable... que siempre acabo llevando un perfume de Loewe.
9.- Hubieras querido que te tragara la tierra aquella vez en que... pillé a alguien con una mujer que no era la suya.
10.- Te llaman maniático/a con razón cuando... cuando me ven escribiendo o con el ordenador.
11.- Tu peor pesadilla fue aquella vez que soñaste que... tengo muchas, pero la peor sin duda es la que un avión bombardea, o dispara, la ventana de mi dormitorio. El ruido es espeluznante, horrible. No hace falta que nadie me diga lo que significa, lo sé. Por mi problema de audición no me puedo arrimar a ruidos intensos, y el avión surge poco después de ver en directo, mientras me tomaba el café y sola, el atentado de las torres gemelas.
14- Lo que más admiro en una persona es... su honestidad.
17.- Valoras sobre todo en tu compañero de blog.... ¿en Shakespeare? valoro todo, es mi escritor favorito.
18.- Y no soportas... que se me haya adelantado en escribir Romeo y Julieta.
23.- Tu héroe o heroína de ficción es sin duda.... Mafalda
24.- Te encanta perder el tiempo, cuando lo tienes, en... mirar fotos antiguas.
25.- Creer o no creer, he ahí la cuestión.... creyente, pero no practicante.
26.- Tu frase favorita... la más, la más: Caper diem.
sábado, 23 de junio de 2007
viernes, 22 de junio de 2007
De puntillas
caminando por el borde de un cielo en sombra,
abocada al vértigo de un misterio sin fronteras
expulsada de una noche sin estrellas,
quiero esconderme...
no, ¡no me mires!
sólo soy una solitaria gaviota.
De puntillas,
sin hacer ruido,
sintiendo mi alma entre las manos
acurrucada en el recuerdo
emergiendo de un océano sin fondo,
quiero alcanzar mi sueño...
sí, dime dónde está
sólo quiero volver a volar.
jueves, 21 de junio de 2007
Y de nuevo...
miércoles, 20 de junio de 2007
Aquella playa de luz
escuchando esa flor de luna que me tiene hechizada,
y miro aquella playa de luz...
only you, sólo tu.
.
Un horizonte brilla sobre mí,
sobre mis sueños,
un velero llamado libertad...
demasiados anhelos
queman.
Corazón destrozado,
a menudo me recuerdas a mí,
cada vez que te beso me sabe a poco
cada vez que te tengo me vuelvo loco...
A veces confundo una canción con mis sentimientos,
a veces la letra se hinca en las entrañas...
y miro aquella playa de luz,
un horizonte brilla sobre mí,
sobre mis sueños.
Escribo pensando en ti
seducida por música de recuerdos,
enamorada de noches sin inviernos
adivinando lunas sobre el mar,
allí, sólo allí...
en aquella playa de luz.
La discapacidad...
martes, 19 de junio de 2007
Tápame los ojos
lunes, 18 de junio de 2007
Sensibilidad a flor de piel
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa
¡habrá poesía!
Leandro nació lejos del ruido, amando la naturaleza, y asilvestrado y dócil como una mariposa. Aprendió a leer en el libro preferido de su madre, y luego a escribir.
Las Rimas de Bécquer le habían acompañado desde pequeño y a sus catorce años, sin saber muy bien cuando, se había convertido en Poesía.
Hablaba en verso, escribía en verso, vivía en verso.
Los pocos niños que habitaban en el pueblo se burlaban tanto de él que Leandro decidía quedarse muchos días en casa, y era entonces cuando escuchaba gritar a sus padres:
-¡lo estás mal criando, cago’en la hostia! Si no sabe dar una patada a un balón ni que el Madrid ganó ayer la liga...
El niño podía soportar muchas cosas, pero no podía ver a nadie gritando a su madre.
Y decidió cambiar, sería como todos. Tomó una libreta y se fue en busca de un nuevo vocabulario.
Espiaba a los demás niños, espiaba en la taberna, a los mayores mientras fumaban, y anotaba, anotaba sin parar.
Y por fin, cuando en el colegio le mandaron escribir un poema supo que aquella era su oportunidad, nadie se iba a reír más de él, ni a llamarle blandengue ni tierno ni cursi, y su padre estaría orgulloso de él.
Del salón en el ángulo oscuro, hala Madrid
de su dueño tal vez olvidada, cago’en la hostia
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas, esssssssss que te cagas
como el pájaro duerme en las ramas, mola mazo
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! –pensé- se siente, no es problema mío
¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "Levántate... y a tomar por culo"
domingo, 17 de junio de 2007
Sumergida en ti
Ímpetu de vida sobre el mar
luna llena sobre mí,
mareas de sueños por cumplir.
Torrentes de nostalgia tatuados en la piel
lluvia de ausencias enmarcada en la pared,
todo gira en torno al mar, en torno a ti.
Viril, fuerte y misterioso,
deseando siempre alejar tus miedos,
abrazar tus anhelos.
Necesitar tu furia es necesitar tu calma,
salvaje de cuento de hadas,
estoy contigo... pero sin ti.
sábado, 16 de junio de 2007
Orgullo y prejuicio
*—¿Y qué recomienda para fortalecer el afecto?
—Bailar. Aunque su pareja sea apenas aceptable.
viernes, 15 de junio de 2007
Espíritu de lucha
El tema da para mucho, hasta para escribir un libro ;), pero llevo un rato navegando por ahí y me he dado cuenta de cosas, y he recordado otras.
El año pasado en mis vacaciones alguien, después de pasar varios días conmigo, me dijo:
-tienes que ir a hacer rafting
Y pensé: yo no puedo.
Y eso, justamente eso, es lo que falla en las personas que vivimos con limitaciones. Pero si malo es auto-limitarte peor es que te limiten.
Hace un rato veía en televisión a una chica con mi enfermedad, demasiado afectada para lo joven que era, y he recordado a dos hermanos -con ataxia de Friedreich los dos- que conocí en las vacaciones también del año pasado, fuimos con un grupo de COCEMFE.
Treinta y tantos años los dos, iban con sus padres. Afectadísimos y limitadísimos aún más, si cabe, por sus padres.
La madre se pasó bastante conmigo: Y cómo es posible si tú eres mucho más mayor (ejem... tengo 42 y la foto que me persigue es justo de esas vacaciones)...
Una noche en una terraza me coloqué al lado de su hija, sin mucha sutileza la madre dijo que al lado de su hija se ponía ella para darle el helado, como a un niño pequeño. La chica se enfadó, y despacio se lo comió ella sola.
Luego, tomando una cerveza con mi marido y los monitores me decían que la chica me tenía envidia. Y yo les dije que no, para nada, simplemente esa chica y muchas otras personas necesitamos estímulos, alicientes.
Estaba a punto de publicar y todavía no sabía que la gente que tiene lo que yo iba a pasar completamente de mi libro.
Allá ellos, no puedo obligar a nadie... a nada.
La foto de arriba es de la presentación del libro (demasiado maquillaje) y la de abajo... me acaban de sacar del fondo del mar, lo que hay detrás de mí es un submarino (en Lanzarote).
Ah!!! y que mi estímulo se llama Helen y está abajo, abajo, abajo del blog.
jueves, 14 de junio de 2007
En los sueños
En los sueños voy ganando batalla
voy torciendo tristezas,
escribo seducida de vida
y me asomo a las estrellas.
En mis sueños abarco infinitos
alcanzo la luna,
danzo henchida de flores
y grito su nombre.
En los sueños ando sobre el mar
puedo correr sobre el viento,
puedo besar ilusiones
y rozar sentimientos.
En mis sueños abarco la luna
escribo infinitos,
voy ganando batallas
y encontrando su nombre.
miércoles, 13 de junio de 2007
Para Malena...
Y canta muy fuerte eso de:
"mil campanas suenan en mi corazón..." a veces funciona.
martes, 12 de junio de 2007
Me niego
...El ensortijado cabello oscuro veteado por finas hebras de nieve, adornaban su rostro perfecto; labios sensuales, nariz recta, una incipiente y favorecedora barba... Contemplaba tu atlético cuerpo cuando posaste sobre mí tus ojos azules. Al sentirme arropada, al unísono que traspasada hasta lo más hondo por tu mirada, supe que jamás podría dejar de mirarte.
Tardamos en aproximarnos. Me dejé acariciar con guantes de seda, envolver en los más exquisitos tules; tu olor... , tu olor a hogar, a quietud, a monte, quedó muy grabado en cada poro de mi piel. Desde el primer instante tu vida pasó a ser mi vida.
¡ Fue tan fácil aprender a quererte!.
Junto a ti viví los momentos más intensos. Levitamos sobre el mar, el campo, la ciudad. Me volvía loca jugando en inmensas praderas verdes salpicadas de flores, revolcándonos sobre la hierba. Atravesábamos el viento. Decías que en mis ojos podías encontrar toda la paz y belleza del mundo, que en mi compañía te deslizabas por la vida, ese tobogán de sensaciones casi a tientas. Y yo..., yo me moría por volver a sentir tus caricias. Borrachos de esencia de amor, deseaba que el tiempo se detuviera ¡ dolía la felicidad!.
Era joven, bonita y alegre.
Hace tiempo que no salimos tanto. Esquivas mi mirada, nunca quieres jugar. Se avecinan cambios, me lo dicen los aromas del temprano estío que se cuelan por la ventana. Dolerá, sí. Me acostumbré.
Desde que salimos de casa no me has mirado. Conduces en silencio. Tus manos nerviosas manejan con violencia la palanca de cambios. Un halo de tristeza te envuelve, nos envuelve. Quiero ayudarte. ¿ Es por ella? ¿ La que estornuda? El velo que cubre tus ojos me dice que se acerca el momento. No, no me mires o no podrás hacerlo...
Lisa, tumbada en el abismo del vacío, observa desde la solitaria carretera alejarse el coche rojo. Sus largas y pardas orejas caen abatidas a ambos lados de la cabeza. Su húmedo hocico olisquea los vestigios de gasóleo que aún perduran en el aire. Su mirada..., la mirada más triste del mundo grita en silencio: “Seré buena, no me moveré de aquí. nadie te va a querer como te quiero yo viejo amigo..."
Aunque éste relato lo puse antes de Semana Santa, las vacaciones vuelven a estar a la vuelta de la esquina y se vuelven a abandonar animales. Y yo me niego, me niego, me niego...
lunes, 11 de junio de 2007
Cuando...
dejas de vivir.
Esto lo dijo... si hombre, esa tía tan maja, tan maravillosa, tan simpática, tan tía Mamen ella, tan guapa, tan...
Ya, ya, no se molesten que ya me arreaó la colleja... pero en el cuello no.
María Narro dice en Fotos de un Adiós (no la conozco, pero me suena, y no tengo ganas de buscar en que página lo dice jajajajajja):
"pero nadie mejor que los médicos sabe que, cuando se acaban los sueños e ilusiones dejas de existir".
Sobre el viento
empujando la noche sin estrellas fuera de mí,
susurrando locuras de un momento
acariciando la luna con palabras,
sobre el viento...
te acercas sobre el viento.
Anhelando la noche de los versos
buscando almas de poesía lejos de aquí,
soñando quimeras de un momento
escribiendo poemas sin palabras,
sobre el viento...
sólo vivo sobre el viento.
domingo, 10 de junio de 2007
Rojo
sábado, 9 de junio de 2007
Memorias de una Geisha
*No le puedes decir al sol, más sol. Ni a la lluvia, menos lluvia. Para un hombre, una geisha solo puede ser media esposa. Somos esposas del anochecer.
*Hay veces que el silencio es la respuesta más inteligente
*Nosotras creamos un mundo secreto en el que sólo hay belleza.
Sábado de Cine.
viernes, 8 de junio de 2007
Porque me sale del corazón
jueves, 7 de junio de 2007
Aranjuez mon amour
miércoles, 6 de junio de 2007
Necesito
Destinos
- Mi hija andaba como tú.
“¿ Y cómo cojones ando yo?” le quise preguntar, pero en su lugar la miré casi con miedo y presté atención a su imparable e inevitable “conversación”.
- Tú eres la hija del guardia civil -no preguntó pero yo asentí. Un momentáneo flash me mostró mi pequeña ciudad, reducida a límites insospechados.
Aquella mujer me contó en cinco minutos su vida y la de su hija, ella, no hablaba, ni gesticulaba, ni se movía, tan sólo una apagada sonrisa se dibujó en su rostro cuando pregunté si estaba embarazada. La madre se río con tres estridentes e histéricos ja, ja, ja, y enseguida me dijo que no. Siguió relatándome que era una “mártir”, que había hecho todo lo humanamente posible por su hija llevándola a los mejores médicos del mundo, gastando en ella cantidades astronómicas de dinero, más que en sus otros hijos al costearles una carrera universitaria ( ¿ Cómo se atreven los humanos a medir el amor con el dinero? )..., y aquella mujer castrante, acabo diciendo... -¿ Y para qué? ¡ Ya ves como está!-...
“¿Y ella qué siente?”, me hubiera gustado preguntar, y sin embargo, clavé mi angustiada mirada en la hija como me ordenó la madre, pero tuve que apartarla, me destrozaba su tristeza y abandono, como si ya le diera todo igual. Con ojos húmedos miré hacia el ventanal, una lánguida lluvia lloraba sobre las flores. Reprimiendo las ganas de vomitar mi rabia e impotencia, les dije que me estaban esperando y me fui caminando más torpemente que nunca, sin poder levantar la vista del suelo.
Al llegar al gimnasio ni siquiera saludé. Me encaminé a los vestuarios y me senté en un banco pegado a la pared. Lloré en silencio o maldije mi suerte con lágrimas. Al rato de estar allí apareció mi Fisioterapeuta.
- ¿ Qué haces aquí? ¿ Hoy no piensas entrar?-al darse cuenta que estaba llorando, se sentó a mi lado- ¿ Qué ha pasado, te has vuelto a caer?
Pero de mí sólo obtuvo una pregunta,
- ¿ Me voy a quedar como ella?-dije en un hilo de voz.
- ¿ De qué hablas?
Como pude le conté lo que había pasado. La fisio rodeó con su brazo mis hombros y mientras limpiaba las lágrimas que recorrían mis mejillas, dijo:
- Cada persona es un mundo, en el terreno de la enfermedad más. Nunca las enfermedades afectan a dos personas por igual, ni aunque sea la misma. Que los síntomas sean iguales o parecidos no quiere decir que siempre la enfermedad evolucione igual. Déjame que te diga una cosa, May -cogió mis manos y mirándome a los ojos siguió hablando- te aseguro que no te vas a quedar como ella, no lo vas a permitir, no sé cómo ni cuándo pero algún día despertará la luchadora que presiento hay en ti. Pero mientras, te haré trabajar como nadie.
Y después de darla un beso nos levantamos y abrazándome a sus palabras, la seguí al gimnasio.'
-pag 54, Fotos de un Adiós-
Esto ocurrió de verdad, aunque al narrarlo está novelado, y aún a día de hoy no logro comprender porqué me lo dijo. Me hizo un daño atroz, que se pasó durante el fin de semana con mis amigas (entonces SÍ las tuve) pues yo estaba en la edad del pavo, pero me juré que jamás iba a decir nada parecido. Y nunca lo he hecho, y claro que he visto a gente que andaba como yo. Ésta mañana mismamente, y te quedas ... ¿mal? al menos no muy bien.
martes, 5 de junio de 2007
Arco iris
lunes, 4 de junio de 2007
Tocando el cielo
A veces tocas el cielo aun teniendo la maleta como siempre, medio llena. Sin saber por qué (¡hombre!) respiras tal alegría y serenidad que quisieras quedarte así para siempre. Undostres sin mover los pies.
domingo, 3 de junio de 2007
Nada importante
No se atrevía a acercarse a ella. Alguien le había dicho que se llamaba Elisa.
La veía todas las mañanas al ir al colegio, vendía flores en una pequeña tienda cerca del cementerio, las flores más vivas de toda la ciudad. La única vez que se atrevió a entrar y comprar un ramo de rosas, la había mirado tan profundamente a los ojos que, ella con voz rielada preguntó:
-¿desea algo más… señor?
-…. No, no, no… buenos días.
Álvaro se odió en un principio por no ser capaz de decirle que deseaba poder sentirse vivo a su lado, amarla, cuidarla, ser su amigo, su cómplice, su vida; pero pronto, con esa convicción de algunos tímidos cuando lanzan semillas que no esperan ver cuajadas en ninguna tierra, supo que una mujer como ella nunca se fijaría en él.
Aunque a veces… tenía la impresión de que aquello ya lo había vivido, de que los momentos se repetían. Mas tan sólo era un instante, un instante con sabor a canela.
Llegaba cada día más tarde a casa, los niños dormían ya, su mujer le preparaba sus cenas preferidas, pero dialogaban sin ganas. Y aunque seguían siendo buenos amantes, aquello no era suficiente. Su mente volaba, su corazón ansiaba más porque tenía que haber más, tenía que haberlo. Vivía en la superficie y deseaba sumergirse… por eso Álvaro soñaba despertar algún día entre los brazos de Elisa, soñaba quererla tanto que…
Desde que tenía dos trabajos sólo la veía por la mañana, pero aquella mágica visión lograba equilibrar de alguna manera su vida absurdamente vacía.
Por qué seguía con ella, ni él mismo lo sabía, ¿por sus hijos?, sí tal vez, aunque más que un padre él se sabía un señor que estaba todo el día trabajando. Primero en el colegio y luego gestionando la agencia. Ni siquiera lograba recordar por qué tuvo que coger dos empleos, pero su mujer decía que ahora vivían mejor que nunca, que las clases complementarias de los niños, la ropa, la casa de la playa, la luz, el agua, el plan de pensiones…
Si la sintiera cuando hablaba, o al menos cuando la tenía desnuda en la cama, pero ni eso podía. Vivía en la superficie y deseaba sumergirse..
Una única luz en su vida, una obsesión: Elisa.
-¿Le viste hoy? –la mujer asintió con la mirada perdida, había comenzado a llover- ¿por qué no hablas con él?
-¿Y qué le digo? ¿Que aquel día llovía como hoy? –Elisa se llevó las dos manos a la cara ocultándose en ellas… las bajó y se abrazó la cintura acercándose a la ventana- …me dijo que aunque tenía hijos y mujer era la primera vez que hacía el amor…, había conseguido otro trabajo, ni siquiera sé cuál ¿qué le digo?... ¿Que le quiero con toda mi alma? ¿Que aquel coche amputó mi vida? Me muero si le hago más daño- Su hermano se acercó y la abrazó- Quizás todo fue un sueño, nada importante para recordar...