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miércoles, 31 de octubre de 2007

Ser poeta




Te vi soñar y yo soñé
sentí dolor y me aparté,
supe que me llenas y me asusté.
Me llenas de ternura
de lujuria, de impotencia.

Ser poeta tiene esas cosas
ser poeta con garras de seda...
ser poeta con ojos de fuego.

Y escribí cielos cargados de flores en el ocaso,
nubes de llantos en mi regazo
reflejos de caricias entre mis brazos.
Reflejos de ternura,
de lujuria, de impotencia.

Ser poeta tiene esas cosas,
ser poeta de garras de seda
ser poeta de ojos de fuego
ser poeta...,
ser poeta y amarte en un verso.

-Trece lunas-

martes, 30 de octubre de 2007

Un solo corazón



Hacía frío. Sentía congelada su alma mientras llenaba aquella triste maleta con diminutos jirones de su ser, poca ropa y demasiados sueños rotos. Era lo mejor. De alguna forma era lo mejor, se repetía sin cesar, pero eran tantos, tantos los recuerdos de los momentos felices vividos, había sido tan puro y noble su amor, lo llenaba todo y poco a poco o fue de repente, todo empezó a ir mal; sintiendo lejana su cercanía veía como aquel hombre se iba convirtiendo en un extraño y a pesar de todo, le seguía queriendo y a pesar de todo...

¡No podía más !, temía que le fallaran las fuerzas... ¡dolía tanto!
Secándose las lágrimas, Laura, cerró la maleta, salió de su casa y se dirigió a la estación de Atocha.

Una mujer perdida, vacía y sola, ocupó un asiento en el tren de las 17.45 Madrid-Salamanca. Si los recuerdos no quemaran, si no
la hubieran conducido a las más míseras tinieblas, quizá podría haber pensado que no todos los días le ofrecen a una un cargo de responsabilidad en una revista tan prestigiosa como "Suya".
El tren se puso en marcha. Su mirada se iba deslizando sobre un paisaje que no veía y su corazón solo gritaba... Daniel... Daniel... Daniel...

Fue un poco antes de Navidad cuando en una noche negra, después de una absurda discusión, él acabo perdiendo los nervios y estampó un violento puñetazo sobre el rostro de su mujer. Laura petrificada mientras veía correr la sangre que emanaba de su nariz, se encerró en el cuarto de baño. Daniel espantado de sí mismo salió de casa. Aquella noche volvió de madrugada. Antes de irse a trabajar Laura creyó observarle mirando preocupado su herida en la cara, también le pareció recibir un beso en la frente, pero cuando despertó y se vio sola supo que lo había soñado. Aquella mañana mientras se pintaba más de lo normal intentando que no se notase nada sobre su pálida piel, no así sobre su corazón, recordaba los primeros años de casada.
.... La infantil efusión con que daba y recibía Amor, caricias, cariños. Como dejaba mecer su espíritu en la más preciosa cuna de ilusiones sin faltarle nunca esa chispa de fuego en sus ojos. Y Daniel, diligente, caballero, amantísimo de su mujer, viviendo para ella; pintando proyectos, sueños de mil colores y sacando a flote una pequeña empresa. Pasaban los años y crecía la empresa, crecía él y crecía su matrimonio. Se encontraba en el clímax de su carrera. Y sin saber cuando, todo empezó a ir mal...

Paso el día sola, ocupada pero sola. Se acostó temprano refugiándose en la lectura. Sintió a su marido llegar a casa, preparar su cena y evitar entrar en el dormitorio, ¿sentía remordimientos?, no, él no sabía que era eso. Esa noche tampoco durmió con ella. Por la mañana Laura encontró una rosa en la almohada. Y así transcurrían los días, unos daban paso a otros. Las rosas sobre la almohada se multiplicaban, pero era, como si a esas flores les faltara el color, la vida. En Navidad, delante de la familia , Laura y Daniel volvieron a ser el matrimonio perfecto. Pero algo se rompía cada vez más. Dicen que la convivencia es la tumba del Amor, pensaba ella viendo cada vez más lejos aquel paraíso de Dante, esa sublime expresión del ideal, ese cielo siempre azul.

Necesitaba volver a ser ella. Recobrar su identidad, aunque nada le dolía más que imaginar la vida sin él sabía que debía ser así, tenía que volver a empezar, en otro lugar, lejos de allí.

Tres meses después viajaba a Salamanca gracias a la oferta recibida.

Mirando distraídamente por la ventana de su oficina mientras saboreaba un soli
tario café, su pensamiento volaba hacia él. “¿Por qué no llama? ¿por qué no escribe? ¿se ha olvidado de mí?”.
No, no era fácil ser un solo corazón. Había decidido ser avara con sus sentimientos, empequeñecer su corazón pensando solo en ella, después en ella y luego en ella, ¡cúmplelo! –se dijo.
El teléfono sonó.
-Laura, tráeme el nuevo catálogo –
Al llegar al despacho del gerente, la secretaría le informó que tendría que esperar un par de minutos. -Está hablando con el jefe- dijo señalando hacia la puerta del despacho. Mientras las dos mujeres seguían hablando, dentro de la oficina contigua la gerente se despedía de su interlocutor:
-sí, no te preocupes, te mantendré informado de todo, descuida, confía en mí, nunca lo sabrá Daniel.

lunes, 29 de octubre de 2007

Prefacio

....Débiles rayos de sol se colaban por la pequeña ventana sin permiso. Apoyada en el dintel de la puerta, mi barbilla temblaba y apretaba los dientes con rabia pero..., no debía llorar. Los brazos rodeaban mi cintura, apretaban tanto que me dejaban sin aire, o era el aire el que me dejaba sin nada. Oía cantar a unos niños en el patio, quería gritarles que se fueran corriendo...
Luego, el tiempo se rompió y todo dejó de tener sentido. O quizá, nunca lo tuvo.
Algo golpeaba mis sienes sin descanso, como cuando me quiero despertar de un mal sueño, pero ésta vez estaba despierta; aunque quisiera pensar que aquello no estaba ocurriendo, no podía. Una fortaleza de papel se desvanecía mientras la amarga realidad crecía. La esperanza huía a trompicones detrás de la ilusión... me quedaba sola. El atroz destino tendía sus esposas y yo le pedía que me perdonara, que me llevara a otro tiempo, que volvería a nacer y buscaría un nuevo autor para mí sin que nadie se diese cuenta...
¿Por qué? Di, di ¿por qué?
¿Qué hice mal?
¿Por qué me castigas así?
No, no, no, no quiero.
La volví a mirar..., seguía allí. Su imagen inerte dolía más que nada. Me acerqué y la golpeé con todas mis fuerzas. Quería gritar... pero mi voz se perdía en la tristeza de una noche sin estrellas...

El borde del abismo por el que desde hace tanto tiempo camino, aquél veintiuno de Enero de 1991, se hizo infinitamente estrecho y resbaladizo. Tan sólo tenía veintiséis años. Demasiados amargores a mis espaldas, y el futuro más incierto y cruel ante mí...
A veces pienso..., a veces me gusta pensar que mi vida es una sinfonía inacabada, una singular y caprichosa sinfonía...
.
.
así empieza Fotos de un Adiós y esta soy yo brindando la noche de su segunda presentación, y ahora me apetece volver a brindar.
¡Por vosotros!
¡por ti!
¡por las vacaciones!
¡por la playa, por el mar!
ya ya ya :))))))))

domingo, 28 de octubre de 2007

Los dos somos imperfectos...

Te quiero
con toda mi alma...

Mujercitas




Sissi emperatriz



mi blog de Cine: http://solocinepuntocom.blogspot.com/

jueves, 25 de octubre de 2007

Cierra los ojos...




Cierra los ojos y dime que soy real
cierra los ojos y estréchame en tu pecho,
cierra los ojos y no me dejes marchar
otra vez no...,
cierra los ojos y ayúdame a volar.
.
-...Trece lunas-

martes, 23 de octubre de 2007

¡Música maestro!



Hasta que encontró aquella pasajera solución, creyó volverse loco. Dentro de unos años... ya vería.

Cada noche cuando salía del teatro y llegaba a casa, ponía la manita de Yesco sobre el casset con la grabación del concierto que había dirigido esa noche. El pequeño estaba completamente dormido y así continuaba. Por el día visualizaba vídeos de sus actuaciones mientras Yesco jugaba con su mecano junto a él. Un enorme perro les miraba perezosamente desde la butaca más cómoda de toda la sala.
Hubo un tiempo en el que componía, pero dejó de hacerlo cuando le anunciaron la sordera de su hijo. Era un bebé de seis meses entonces. Sordera profunda, diagnosticaron.

-¿Y la música? -pudo pensar al fin- ¿ mi hijo nunca sabrá lo que es la música?

Yesco tenía cinco años y era inmensamente feliz, como cualquier niño rodeado de amor y ternura. Le gustaba jugar imitando a papá moviendo sus pequeños bracitos. Emitía débiles sonidos al reír que eran vitamina celestial para su familia. El pequeño no se separaba nunca de Guau, un perro amaestrado que le anunciaba los peligros que él no podía oír. Llevaban juntos dos años, se entendían a la perfección. Con U, como había aprendido a llamarle Yesco, le dejaban alejarse de los ojos de los mayores sin miedo a que le pasara nada. Pero esas escapadas sólo eran permitidas en la finca de los abuelos.
Por ello aquella mañana el chiquillo no dejaba de sonreír, mientras que con su naricilla apoyada en el cristal del coche de mamá, observaba a dos gigantes algodones blancos perseguirse por un cielo eternamente azul. U, recostado a su lado, apoyando la gran cabeza en sus piernecitas, olisqueaba con los ojos cerrados el aroma de la temprana primavera que se colaba por una ventana. Mamá sonreía a través del retrovisor mirando la felicidad, porque su hijo era eso si la felicidad existía. Las cuatro estaciones de Vivaldi envolvían un turismo rojo que engalanaba una solitaria carretera comarcal.


El abrazo a los abuelos fue fuerte y corto, no podía ser de otra forma estando la pequeña bicicleta en el garaje.
Yesco pedaleaba a golpe de ilusión por el sendero. U, a cappella, ladraba al aire corriendo a su lado. Los altos chopos se inclinaban a saludarle; vistosas mariposas danzaban ante sus ojos abandonando por un momento las flores de los almendros; el viento mesaba sus alborotados y suaves cabellos mientras la vida acariciaba su cara.
De pronto, Yesco, se paró. U dejó de ladrar. El niño miró a su alrededor, al cielo. Las puntas de los altísimos chopos tenían ya hojas, jóvenes y tiernas hojas verdes. El suave viento las movía a la vez, de un lado hacía otro, hacia delante, hacia atrás, no paraban...
Yesco no dejaba de mirarlas. Se movían todas a la vez... de un lado a otro, de un lado a otro...
El niño se bajó de la bici e irguió su cuerpecito, echó la cabeza hacia atrás y emitiendo un leve ruido, comenzó a mover los brazos con su mirada clavada en las hojas que hacían cosquillas al cielo.
U, rompió el silencio, rompió el silencio con dos ladridos; dos ladridos, dos palabras: ¡ Música Maestro!.


Me emocioné mientras escribía el relato porque vi, oí, y sentí, el concierto de la vida dirigido por un niño sordo... - pag 172, Fotos de un Adiós-

domingo, 21 de octubre de 2007

Te siento...


-...Trece lunas-

sábado, 20 de octubre de 2007

Te quiero tanto...

Anoche me despertó la luna
su luz golpeaba mi nombre a través de la ventana,
la oscuridad se llenaba de flores traspasando la almohada,
te quiero tanto que no me importa que no me quieras tú.

Acaricié su magia y rocé tus labios,
adormecí recelos y soñé tus ojos,
destrocé lamentos y robé tus sueños,
te quiero tanto que no me importa que no me quieras tú.

Abrazada a la noche grité locuras,
fabriqué quimeras,
anulé tristezas,
disfracé los versos con historias perfectas;
y creé ilusiones, metas y pasiones
y la luna pintó un sendero por recorrer tu nombre,
¡te quiero tanto..!
Te quiero tanto que no me importa que no me quieras tú.

I'll survive


Hoy me puse una camiseta negra con grandes letras blancas que pone eso... pero con dignidad como siempre he hecho.

-¿He contestado al editor?
No, que espere, yo esperé siete meses.
-¿Voy a dejar de escribir en el blog?
No, pero sí.
He quitado casi todos los poemas de la página principal, y los que vuelva a escribir nunca serán enteros y mira que me jode. No sirve de nada tenerlos registrados.
-¿Voy a dejar de hacer visitas?
Sí, pero no.
Hay algunos blogs que necesito mirarlos todos los días, me recuerdan que no estoy sola. Los demás los visitaré cuando pueda.
-¿Tendré menos visitas?
Sin duda, pero lo que ha pasado estos días ha 'perfilado' mi mundo 'virtual'.
-¿Decepcionada?
En absoluto, adoro la psicología y ya lo sabía. Y cada uno tiene su vida y sus problemas.
-¿Objetivos?
Mi tratamiento, Escribir fuera de la red, promoción, cuidar de los que quiero, y no dejar nunca de soñar.
-¿soy feliz?
Estoy en ello.

miércoles, 17 de octubre de 2007

¿Qué puedo hacer?

Estoy llorando, acabo de leer una crítica de Fotos de un Adiós -aunque incompleta, el libro le llegó ayer :)- de una escritora venezolana. Hay tantísima gente que le ha gustado!!!, o no, pero es que PABLO MÉNDEZ editor de NOSTRUM me ha negado la oportunidad de saberlo fuera de mi ciudad.

Y no solo eso: me trata como si no existiera.
Tengo problemas auditivos y no puedo mantener conversaciones telefónicas, por lo que siempre nos hemos comunicado por email. Hasta hace unos siete meses que no responde a mis correos salvo para decirme: sabes que yo por email no me sé comunicar ¿¿¿¿¿¿¿¿??????????

Publico el email, lo más importante, que le mandé el pasado 1 de Octubre -la semana pasada se lo volví a mandar- pidiéndole explicaciones y NO me ha contestado. Lo publico porque ya no sé qué hacer, pero al menos yo voy de frente: el primero en saber que, de momento, hago publico el email que le mandé en mi blog ha sido Pablo Méndez.

el email:

...(...) Por supuesto que no me he olvidado de Fotos de un Adiós, sigo haciendo promoción desde mi blog, y se han vendido unos cuantos -en Cobos también, nos informaron ellos- a pesar, muy a pesar, de que tu editorial, Pablo, fue como si trazase un circulo imaginario alrededor del posible 'éxito' del libro.
Qué si no quiere decir que el libro no haya salido deGuadalajara? Que no pasase por un corrector??
Mucha gente me aconsejó que contara lo que me has hecho, mejor dicho lo que NO me has hecho, el ningundeo hacia mi libro en el Pais. Pero no quise lios, y sobre todo por respeto a lapersona a la que más debo, Juan Garrido, me callé.
Lo pusiste a la venta en Lulú y te lo agradecí publicamente, pero ahí vale 22€ y aún así se han vendido unos cuantos.
Ponerlos a la venta en Lulú es Gratis, y el libro lo escribí yo, los derechos de autor son solo míos y elclub Siglo Futuro me cedió los derechos de venta del Libro. No crees que tengo Derecho a saber cuántos libros se han vendido??? Perdí la cuenta cerca de los 200 vendidos + Cobos +los ciento y pico que te compró COCEMFE + Lulu
¿¿me cuentas??
Estoy estudiando la posibilidad de descargar el librogratis en la red, Lulú es caro, no todo el mundo se atreve a dar datos bancarios, la gente lo quiere leer -pero no lo encuentran- y yo solo quiero que me lean.

martes, 16 de octubre de 2007

Cadenas

Mis ojos te devoraban mientras leías sentado en una cómoda butaca de la sala de estar. Tomaste un vaso de agua que había en la mesita de cristal y al llevártelo a la boca, reparaste en mí. Con suavidad lo dejaste de nuevo sobre la mesa después de beber muy despacio. Me miraste por un segundo apretando los labios, y pasaste la página. Un periódico se sostenía aburrido en mi regazo, pero yo sólo te veía a ti. Así había sido desde que tropezaste conmigo una semana antes cuando llegaste a la pensión. Te deshiciste en disculpas y sonrisas, y fue entonces, al cruzarse nuestros ojos, cuando comenzó ese dulce juego de seducir con la mirada olvidando que habías pedido una habitación doble porque pronto se reuniría contigo tu familia. Por lo menos yo lo olvidé.

Anoche, mientras cenábamos, me di cuenta que me he enamorado y apenas te conozco. Por mucho que me repita que tú nunca tomarías en serio a una mujer como yo, tus ojos me dicen lo contrario. No sé que va a ser de mí cuando te vayas.

Intentando olvidarme de ti fui al acantilado con mi nueva cámara de fotos. El espectáculo era enorme, con una reluciente luna llena brillando en todo su esplendor sobre la serenidad de un mar lleno de esperanza. Una pareja de gaviotas que oteaban el horizonte me hizo volver a la pensión, cargada de tristeza y sin una sola foto. No he pegado ojo en toda la noche. Y ahora busco tu sonrisa para reconciliarme con el mundo y estás tan serio absorto en tu lectura que, me pregunto si no habrá sido todo otro de mis absurdos sueños.
-¡Papá! -llamó un niño acercándose a ti y helándome el alma al mirar mis ruedas- Mamá dice que salgas ya.
-Ahora voy, espérame fuera. Tengo que ir un momento a la habitación -le dijiste cerrando el libro y poniéndote de pie.

Al pasar junto a mí rozaste mi hombro y al mirarte, me pareció ver en tus ojos toda la tristeza del mundo. Quise seguirte, levantarme de ésta odiosa silla de ruedas y salir andando detrás de ti, o empezar a correr huyendo de mi suerte, de mi castrante prisión. Quise abrazarte, que me abrazaras; quise tenerte sólo para mí, por un instante... por un instante de libertad.
............
Hoy hace un mes que te fuiste. Nada tiene sentido, o es que lo empieza a tener ahora porque enamorarme de ti me demostró que todavía estoy viva, sobre ruedas pero viva.

La luna llena vuelve a brillar con más fuerza que nunca sobre un mar furioso.
Furioso de deseo, de nostalgia, de pasión. La luna, mi luna, mi amiga, mi alma. Tan solitaria como yo. Y el mar, tan viril, tan fuerte, tan noble, como tú.

Guardé la cámara de fotos en la mochila y me arrimé al precipicio. Eché los frenos y me bajé de la silla quedándome sentada en el borde. El mar, a mis pies, se me antojaba que rugía a la luna con lujuria. Sería tan fácil, sería tan fácil dejarme caer y que me abrazaras para siempre. No, no me mires así bella luna, ahí somos iguales, tenemos que seguir brillando y ser libres de corazón. No hay otra opción.

sábado, 13 de octubre de 2007

¿Soñamos?

o ¿no?
.
*Te amaré hasta el fin de mis días

Tres nuevas sugerencias para ver cine, cantar y bailar; porque ya dicen que un musical es de todo... menos realidad. http://solocinepuntocom.blogspot.com/

-Moulin rouge

-Cabaret

-Cantando bajo la lluvia


viernes, 12 de octubre de 2007

Luces


disfrazada de quimera
convertida en imposible.

Siempre buscando la luz,
a tientas
a ciegas,
persiguiendo reflejos que creí perfectos.
Siempre buscando la luz...
y nunca miré dentro,
hay luces en mi interior:
chispas de fantasía enredadas en tu nombre,
ondas de ilusión caminando por un sueño
bengalas de caricias anidadas en tu pelo...
lengua de destellos adosada a la pared.

Siempre buscando la luz,
y nunca miré dentro.

Ahora sé...


Sentada en el umbral de la fantasía
aspiro la mañana,
lleno mi alma de paz pensando en ti
emborrachándome de sueños
de nostalgias,
de ilusiones,
y ¿sabes?...
ahora sé que aún te quiero.

No me importan muchas cosas
tan sólo sé que me llenas,
que toco el cielo cuando pienso en ti
que empieza amanecer cuando estás aquí,
que me derrito cuando sé que me miras,
cuando sé que me sueñas.

Quiero escribir poesía,
desnudar los versos y gritar que aún te quiero,
acariciar los sueños y besar al viento,
buscar tu boca y sentir tu aliento
abrazar momentos y surcar huracanes,
y ¿sabes?...
ahora sé que quiero romper soledades.

jueves, 11 de octubre de 2007

Spain is different... ¿sólo? ;)

Hacía dos horas que habían cruzado la frontera.
Las cuatro chicas del ford Mondeo británico, miraban embelesadas el paisaje. No era para menos, ¡llevaban tanto tiempo soñando que un día visitarían España! y sin pensarlo ni siquiera imaginarlo les había surgido la oportunidad de esas vacaciones.


-Españolito muy toro -Anni enseguida miró el diccionario- No, no, no... is very hombre.

Las chicas realmente estaban tranquilas, Ann dominaba el idioma y Peggy había elaborado un planning vacacional perfecto y bien documentado.
Lo que les venía preocupando, sobre todo a Helen que conducía, era que desde que habían abandonado la autovía ( pues querían parar en Zaragoza a visitar la Alhambra) no veían ningún indicador. Por lo que decidieron dar la vuelta, volver a la autovía e ir directamente a Madrid, allí visitarían la Maestranza, que sin duda era mucho más okey.
Katrina, la copiloto, descubrió en el plano de carreteras una comarcal, la tomarían evitando así la autopista de peaje. En tres horas llegarían a Madrid. Pero..., pasaron mucho tiempo sin ver indicadores.
Por fin ¡una city !¡Qué raro ! su nombre no viene en el mapa. Dudan si han de parar a preguntar. Prefieren seguir un poco más, tal vez no estén perdidas.
Media hora más sin ver señales de civilización.
Se empiezan a preocupar. Queda poca gasolina.... Allí, allí, ¡there !, ¡there !, a man whit sheeps.
-¡Help ! ¡help !
El pastor se acerca al coche. Su cara se ilumina cuando ve a las cuatro. Rápidamente se quita la boina y acicala sus cuatro pelos.

-¡¡A las buenas tardes !! -les dice.
-We're losts -contestan.
Cirilo arruga su cara y pasados unos minutos les vuelve a decir:
-Ah no no YO JA-PO-NES NO SE

Ann busca en su diccionario.
- Nosotras semos o estemos perludas
- ¿ peludas ? ¡KIA ! con lo remajas que sois y lo bien depiladicas que vais -al ir tomando confianza en la conversación, Cirilo se acoda en la ventanilla abierta del Mondeo- ¡anda que si vieraís los bigotes de la Tomasa !
-I don't understand -repetía Ann pasando frenéticamente las páginas del diccionario- ¡¡¡PERDIDAS !!!, semos perdidas.
-Ahhhhhhhhhh ¡cacho de pena me da ! pero don Evaristo no confiesa ahora.
- ¿ To Madrid please ?
- ¿ Tu Madrid ? ¿ mío ? ¡kiaaaaaaaaaaaaaaaa oveeeeeja no te mees en las ruedas !
La copiloto bajándose del coche esquiva con remilgo las ovejas y de cuatro sutiles zancadas se pone delante del hombre. Le enseña el mapa y grita :
-¡MADRIS !
Cirilo sin dejar de mirar por entre el escote de la blusa que tiene enfrente, pisa fuerte en el suelo y grita:
-¡BURGOS !

.
Una semana después los padres de Helen reciben una postal que traducida vendría a decir así:

Querida familia; España es diferente, maravillosa, única. Estamos en un apartamento en primera línea de playa. Hemos hecho muchos amigos. Primero conocimos a nuestros vecinos: Cirilo y su mujer Tomasa. Tienen muchos primos que por la noche nos enseñan a cazar gamusinos en la era, digo en el mar. Hay que ser español para poder ver un gamusino. No hemos podido ir a la Maestranza porque cierran en verano, pero hoy vi un encierro con toros de verdad en la tele, es que son los Fermines de San Pamplona. Todos los días después de comer cuando los españolitos se mueren por un rato, nosotras practicamos la equitación aunque en esta ciudad solo hay dos razas de caballos: la mula y el borrico. Os he comprado un botijo. Mañana preparamos la vuelta a casa. Nos da pena irnos así que hemos pensado pasar antes por La Coruña, queremos visitar La Giralda. Hasta la semana que viene, querida familia.

martes, 9 de octubre de 2007

¡Bravo muchachos!


Cuando la gente tiene miedo, se enfrenta a lo desconocido, se agarra a cualquier cosa, a cualquier mentira-milagro.

Eso pasa con la Ataxia de Friedreich, la enfermedad que tengo yo.

He conocido a algunos que, con ésta misma enfermedad, se pasaban el día en la cama -todo cuesta, lo más fácil es no hacer nada- pendientes de la 'pastilla salvadora'... como cuento en Fotos de un Adiós.

He conocido a otros, bastante después y un poco antes de publicar mi libro, totalmente abandonados de tratamiento y rodeados de una sobreprotección 'mortal' que iban a ser operados en el 2008 para acabar con la enfermedad.

Y fue entonces cuando añadí la página final, después de investigar aún más, de Fotos de un Adiós:

Actualmente, un buen número de excelentes equipos de investigación está involucrado en la investigación básica y clínica en Ataxia de Friedreich, muchos en Europa y cada vez más en América y en Australia. Cada uno de estos grupo puede aportar su propia contribución original, la cual será potencialmente importante para el resultado final. Si fuéramos capaces de estimular a los grupos de investigación en áreas como la farmacología experimental, bioquímica de los ácidos nucleicos, bioquímica proteica, biología celular... unir este proyecto... las posibilidades tocantes a una terapia para la Ataxia de Friedreich se harían más reales.

Maggio, 2005 - Pr. Massimo Pandolfo Chef de Service Service de NeurologieUniversité Libre de Bruxelles - Hópital Erasme Route de Lennik 8081070 Brussels, Belgium.

La puerta se empieza a abrir ya que en la genética, en la ayuda y reconocimiento a estos investigadores, está la solución a muchas enfermedades.
.
Tres especialistas en mutar genes de ratones ganan el Nobel de Medicina.
Los genetistas Mario Capecchi, Oliver Smithies y Martin J. Evans son los ganadores del Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2007 por sus trabajos en genética...

¡Bravo Muchachos!

domingo, 7 de octubre de 2007

Embestidas...

psicológicas por todas partes...

Mira al frente, por favor.

((éste post lo puse el día 22 -lunes- por la mañana, me interesaba que quedara por abajo. Los comentarios son del post del día 7))

viernes, 5 de octubre de 2007

Eres tu

éste debería ser el himno nacional ;)

¡Lo propongo!

Palabras...

En la sombra...

...de la luna


EnMarcha

es la revista de COCEMFE que sale a nivel nacional (Spain).
En el número de Abril lleva éste artículo:

FOTOS DE UN ADIÓS, UN CANTO DE ESPERANZA

María del Carmen García es una alcarreña que desde que tenía 13 años se enfrenta a una Ataxia de Friedriech. Eso no ha sido problema para que, no sin dificultad, viva superándose día a día, tratando su discapacidad con absoluta normalidad, como ella misma dijo cuando se lo comunicaron, "no será para tanto".
Su día a día lo lleva a sus escritos y fruto de una experiencia vital nacen estas vivencias noveladas tituladas "Fotos de un Adiós", su primera novela, llena de humanidad e intensidad, donde se comprueba que a través de valores poco reconocidos hoy en día como la amistad o el esfuerzo personal se pueden superar todas las barreras que se nos pongan enfrente.
Es el relato de una ' persona que lleva por lema "el que quiere puede" y que nos quiere transmitir que las mayores barreras nos las encontramos en las mentes de las personas.
Para la directora general de Promoción Cultural de la Consejería de Cultura de Castilla La Mancha, Eva Ortiz, se trata de "un libro valiente y lleno de vitalidad que nos explica el proceso de la autora de asumir la enfermedad como una limitación, no como una anulación". Una limitación que como la autora dice, no le impide ser un ciudadano más, "me he pasado la vida luchando por un ideal: primero por ser una chica más y luego por ser una mujer más, un ser humano más", "quise demostrar que los discapacitados somos personas muy normalitas, que nos sabemos reír, que somos alegres cuando la ocasión lo permite, y que no somos ni invisibles, ni ceros a la izquierda, ni menos válidos que nadie".
"Fotos de un Adiós" es un libro que nos lleva a reflexionar sobre la enfermedad, sobre lo que es un enfermo o sobre esa sensación que todos hemos tenido alguna vez de ser discapacitados sin serlo. Pero sobre todo es un canto de alegría al transmitirnos que la discapacidad no es tristeza, no es abandono, final. La díscapacidad la tenemos que entender en su justa dimensión, una situación en la que gracias al tesón de las personas no es más que un limitador de la velocidad a la hora de hacer cosas, pero no un incapacitador de hacer cosas. Maria Narro nos lo demuestra día a día, con este, con su anterior libro de poesías, "Por la puerta de atrás", o con el que ya está preparando, "Soy parte de la Vida", una novela cuya protagonista es la madre de una niña con parálisis cerebral.
Para el presidente de COCEMFE-Castilla-La Mancha, Emilio Sáez, "la literatura, el arte...no tiene barreras; es la manifestación más pura y libre que los seres humanos podemos aspirar. María ha conseguido estar entre esas pocas personas elegidas, capaces de narrar, de contar historias, de contar una historia novelada basada en vivencias, en esas constantes repeticiones y meticulosas descripciones, método con el que logra que la persona lectora confíe en el encanto de su sencillez, con un cierto aire candido.Su obra es un canto a la esperanza y un libro de autoayuda".
Gracias, Alberto.

Candela...

Bebía un zumo de naranja mientras ojeaba la prensa. Había corrido sus dos kilómetros matutinos y se encontraba deliciosamente cansada; estiró las piernas al mismo tiempo que echaba un vistazo al reloj. Eran las nueve de una mañana en la que el sol adornaba ya la reluciente cocina americana.
Con pereza dejó el periódico sobre la mesa.
.
Disimulando un pequeño bostezo se dirigió al baño, abrió los grifos y esperó a que el agua se templara quitándose el chándal de nailon color lila.
Últimamente no dormía bien. El sueño que se repetía desde hacía meses la despertaba de madrugada e impedía que se volviese a dormir. Intentaba buscarle un significado a la vez que sentía como el agua relajaba su cuerpo, pero no hallaba significado alguno, ni siquiera un motivo para que se sucedieran las pesadillas. El agua acariciando su piel iba adormeciendo pensamientos a la vez que sorteaba banales recelos.
Se regaló unos segundos de placer con los ojos cerrados y abandonó la ducha.

Cepillándose con suavidad y luego enérgicamente los dientes, volvía a sentir un hormigueo de inquietud. Su mente revivía las escenas del pantano con una realidad pasmosa.
Maquilló sin cuidado su cara y peinó sus bucles mojados con los dedos. La arena le impedía caminar, se hundía, se ahogaba... Se sentó en la taza del inodoro apretando sus sienes con las manos hasta que su respiración se acompasó y desapareció cualquier atisbo de irrealidad. Porque aquello era irreal... ¿ Qué le estaba pasando ?
Ella que había sido rescatada del infierno, cuando vivía rodeada de más tranquilidad, tenía pesadillas de estar atrapada. “Los laberintos de la mente hay que mirarlos sólo de lejos”, pensaba Candela ya recuperada mientras ponía color en sus mejillas. Cogió su perfume preferido y puso gotas generosas detrás del lóbulo de las orejas, y mirándose en el espejo, con descuido pero con feminidad, dejó escurrir vaporosas líneas de aroma sobre sus senos.

Desnuda salió del baño y entró sigilosamente en la habitación. Pablo estaba dormido. Eran casi las diez de la mañana y había quedado con su madre para acompañarla al médico; por la tarde se encontraría mejor, volaría y se convertiría en música junto al Chelo. Se ponía unas medias negras de seda cuando su marido abrió los ojos.
-¡ Ven aquí!-dijo palmeando su sitio vacío en la cama.
-No puedo, tengo que salir
-Es pronto, ven aquí...
-Pablo, Pablo, Pablo, eres como un niño. Me tengo que ir y ahora no me apetece.
-No seas mala...
-Esta mañana soy la peor bruja -dijo Candela acabando de subirse la cremallera de la falda...

-pag. 228 Fotos de un Adiós-

jueves, 4 de octubre de 2007

Toledo...

Septiembre, 2002

Todo eran sonrisas y nervios aquella mañana en la enorme furgoneta. Nos dirigíamos a una ciudad medieval, así la veía siempre que íbamos y me olvidaba de lo mal que se mueve una silla de ruedas por sus calles empedradas. Aún contando la ciudad con un hospital de parapléjicos la accesibilidad es nula, pero claro, el casco antiguo dejaría de serlo si la supresión de barreras metiera la mano, quizá sus calles perderían ese eco de misticismo que las envuelve, por lo que imagino que tiene que ser así. Menos mal que al menos, ese día, no me dolía la espalda.
Me puse las gafas de sol y seguí mirando el paisaje. Los demás estaban pendientes de la conversación que se desarrollaba en los primeros asientos del vehículo, yo no la podía seguir pero no importaba. Los discursos, entrega de medallas y un pequeño concierto, tendrían lugar en la Iglesia de Santo Tomé, luego nos ofrecerían un vino y algo de comer. Habían dicho que la jornada sería muy pesada. Imposible. Aquello del vino y comida me sonaba a fiesta medieval; con caballeros, damas, príncipes y reyes, judíos, moros y cristianos; juegos medievales, torneos, estandartes ondeando al viento, brindis, más vino, un cerdo manchado de grasa que hay que coger...
“¡ May!, no, no, no, hoy seria, muy seria que llevas traje y tienes que estar lúcida, saludar al señor Bono y a los demás políticos. No puedes ser el bufón. Y deja de imaginarte haciendo una reverencia al Presidente porque sólo le tienes que dar la mano...”
-¿ De qué te ríes? -me preguntó Juan.
-De nada, de nada, ¿ y ésos de qué hablan? -le dije mientras me abrazaba a su brazo.
-De un cuadro famoso que hay en la Iglesia.
-Ah sí, ‘ El entierro del Conde Orgaz ’ del Greco, creo. Ya llegamos ¿ no?

Toledo, a orillas del Tajo, Patrimonio de la humanidad, rezuma leyenda.
Según nos acercábamos, su casco histórico se asemejaba a una ilustración de un libro de caballería ( ¡lo qué hubiera disfrutado D. Quijote por aquí!). Torreones, almenas, murallas, el Alcázar...
-¡ A del castillo! Abran la muralla que es tarde y no tenemos ni idea de dónde está la Iglesia de Santo Tomé.
Entre bromas y calles empinadas la furgoneta llegó a su destino.
El acceso a la Iglesia no fue muy difícil, máxime llevando conmigo al trota-escaleras con ruedas por excelencia: mi marido. Nos colocaron en unas tarimas que habían situado al lado del Altar. Allí estábamos todos los premiados, aunque gracias a Dios, no todos dirían un discurso de agradecimiento y menos que nadie yo que no sé hablar en público. Había mucha gente, también estaban las cámaras de televisión, el acto estaba a punto de empezar pero el Presidente de Castilla-la Mancha no estaba por ningún sitio.
Nos entregaron un montón de papeles y el acto comenzó. Éramos más de una docena los premiados, nuestro discurso lo diría la presidenta, Josefina S.
-Me acaba de enchufar la cámara -le dije muy bajito a Juan que estaba sentado a mi lado.
-Shsssssst
Cuatro discursos de media hora más tarde...
-El Bono no ha venido
-Shssssssssst, me voy fuera a fumarme un cigarro
-¡ Y yo!
-Tú no te puedes mover de aquí
Estaba rodeada de sillas plegables de madera, todas ocupadas, unos atendiendo, otros abanicándose, y alguno durmiendo.
Dos discursos más tarde y mientras hacía imposibles por no bostezar, volvió Juan.
-Estaba en la puerta, acaba de llegar el Bono rodeado de escoltas
-Tú imagina que en vez de rodeado de escoltas hace su “entrada” entre Moros y Cristianos, y que éstos, en vez de lanzas y espadas llevan un trabuco escondido debajo de la chaqueta del traje de hilo gris marengo...
-Shsssssssst, ¡ ahí está!

Don José Bono avanzó sobre la alfombra roja colocada en el pasillo. Se sentó al lado del Altar.
-¿ Crees que se acordara de mí? Desde aquí se le ve muy pequeño.
Las cámaras de televisión de nuevo empezaron a funcionar. Había que dejar de sonreír e imaginar. Cinco discursos más tarde llegó nuestro turno. ¡ Por fin!. Y después de aplaudir a rabiar, en el siguiente y último discurso no pude evitar empezar a bostezar a lo grande.
Me tapaba con los papeles, pero tenía hambre, apenas entendía lo que decían y me aburría. Yo no oía bien, pero no era la única en aburrirme. Menos mal que ya... Pues no. Quedaba por hablar el Presidente. Y le odié, sí, sí. Le odié, con todas mis vísceras que gruñían de hambre, durante aquella hora con sesenta minutos exactos que duró su discurso. Y al finalizar le ovacioné con algún bravo, por acabar.
-Venga vámonos
-Queda el concierto -me dijo José
-¿ Se puede fumar?

Lamenté no saborear la actuación del Tenor y la Soprano como hubiera debido, pero tan sólo bostecé sin remilgos una vez -abrir la boca es muy contagioso-. Casi todos se habían ido a fumar, hasta los que no fumaban.

Siguiendo las indicaciones recorrimos laberintos de pasillos que nos llevaron a un vetusto patio interior, no muy grande, empedrado y circundado por columnas de piedra que sostenían un pequeño tejado. Había muchísima gente vestida con sus mejores galas. Entre ellos circulaban camareros que tan pronto llevaban una bandeja llena como vacía. Alguien de nuestro grupo gritó:
-¡ El presidente de la Diputación!
Y todos volaron a saludarle. Alcé los hombros mirando a Juan y nos fuimos a buscar una sombra hasta ver pasar una bandeja llena.
-¿ Por qué no has querido saludar al Bono?-me preguntó cuando por fin encontramos un espacio sin sol.
-Sí que quería, pero había que guardar una cola como si fueras a entregar la carta a los Reyes Magos...
-¿ Un vino?-preguntó un camarero agachando la bandeja a mi altura.
-No gracias, no me gusta.
-Un día es un día -dijo mi marido cogiendo dos copas.
Una vez que fui visible para ése camarero, me vieron todos; entre risas y con la boca llena le preguntaba a Juan que si tenía cara de hambre. Mi silla de ruedas les atraía como un imán.
Comí tanto que me atreví con un segundo vino.
La gente empezaba a desaparecer cuando volvimos a ver a nuestro grupo. Deseaban ir a comer pues eran las cuatro. Me pregunté qué diablos habíamos hecho hasta entonces.
Nos fuimos sin ver el famoso cuadro del Greco.

Comeríamos cerca de la Catedral por lo que algunos miembros de la comitiva decidimos no usar la furgoneta para llegar hasta allí. Parados en el escaparate de una tienda de antigüedades, esperábamos a los caminantes rezagados ( lo lento hubiera sido subir la calle empujando la silla)
Juan entró a curiosear y yo sujeté las ruedas con las manos además de echar los frenos. La calle era muy empinada. Cuando el grupo nos alcanzó intenté girarme para hablar con ellos, pero mi silla se me escapó de las manos. Poco, porque Juan salía en ese momento de la tienda. Y ocurrió lo más increíble y apoteósicamente histórico que le pueda pasar a un ser humano:
Alfonso X el sabio convertido en el Cid Campeador -en el reino de la imaginación no hay distancias- se interpuso en mi camino cuando mi marido agarró la silla desviándola de la cuesta abajo. Don Rodrigo Díaz de Vivar me salvó ¡ Se podía pedir más romanticismo!. Porque tuvo que ser él y no el enorme maniquí de hojalata que estaba en el umbral de la tienda de antigüedades.

Del choque contra la armadura, el ingente estruendo que siguió cuando se derrumbaba y la vergüenza que pasé, no recuerdo nada porque sólo le rocé un pie.

-pag 205 Fotos de un Adiós del capítulo 'Haciendo el pino'-

miércoles, 3 de octubre de 2007

¿Qué es el amor?

Le pregunté a los ojos del espejo
¿qué es el amor?
sonriendo bajo la tristeza
me dijeron:
el amor es Todo.

Le pregunté al silencio de la noche
¿qué es el amor?
es huir de la verdad, me dijo,
no parar de imaginar
no dejar de soñar;
es encontrarte en sus ojos
es un largo caminar.
Lento
sin prisa...
hasta el infinito,
y un poco más allá.
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