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jueves, 17 de enero de 2008

La profesora de piano

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Volaba tan alto, tan lejos... flotaba cada vez que sus dedos rozaban las teclas. Su alma vibraba dejándose arrastrar a un mundo mágico. Nadie creía que pudieran llegar a compenetrarse de aquella manera, a fundirse en un solo corazón porque él, sin duda lo tenía.

Si estaba triste, su música lo decía; si por el contrario veía el sol, su música resplandecía. Aquella perfecta unión sólo la podían compartir con almas blancas, y la querían compartir.
Cuando empezó a enseñar, más de uno se llevo las manos a la cabeza. Cuando veían como sus hijos avanzaban en clase de música, alababan en silencio...
Sus manos..., las manos de Clarisa, a través de sus manos les sentía y guiaba a todos. Disfrutaba tanto o más cuando sus alumnos más aventajados tocaban pequeñas piezas compuestas por ellos mismos.

Y... su preferido, el pequeño Nacho, a cuyos padres les había parecido absurda la idea del terapeuta de que empezara a conocer la música, ahora veía un rayo de luz al comprobar que la profesora de piano era sorda desde niña.

13 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Ay, niña, qué relato tan emotivo... Si es que la plabra "imposible" no figura en el diccionario de los valientes... ¿A que en el tuyo tampoco está? ;-) Todavía estoy emocionada con lo de los tendones, ya ves.

Hala, buenas noches y un besazo.

ClaudiaRG dijo...

Tus manos son el instrumento, las palabras escritas, las notas musicales que se conjugan para formar una melodía. Esa melodía que trasciende tu persona, que te muestra tal cual sos, cómo estás y lleva prendido el mensaje que quieres dejar...
Tu también te dejas llevar por la música de tus palabras, se nota... te dejas seducir por las melodías que formas con otros que también escriben como tu...
Y en ese conjugar melodías, armamos un gran canción que tan bella como la propia vida...
Hermoso texto, felicitaciones!
Besos y cariños

Claudia

Visita http://claudiapatagonica.blogspot.com
http://ideariocolectivo.blogspot.com

Durrell dijo...

María, nadie puede escribir un mensaje tan valiente y con tanta poesía como has puesto tú en este pequeño relato. Destilas una sensibilidad difícil de plasmar para quien no la siente así.

Besos para una gran escritora ;)

María Narro dijo...

éste reato breve fue uno de los primeros que escribí para el Tintero virtual (donde conocí a Durrel, Espejo, Annia) hace tres años, creo.

Este relato me acuna y da fuerza, y ayer la necesité.

Gracias avalon, clau, durrell... sois maravillosas.

muchos besos.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Subestimar y hacer prejuicios sin conocer, dos acciones totalmente deplorables... Hace tiempo, María, cunaod estudiaba Magisterio, asistí a un curso de braille...ya sabes para aumentar curriculum (no conseguí aprender mucho)...duró 5 ó 6 días, no recuerdo bien...lo que si recurdo es que hasta el tercer día no me di cuenta que el profesor que nos ensaeñaba era CIEGO...

Besos

Pd: ¿que yo escribo bien?...solo un afidionadillo...gracias

Maribel Sánchez dijo...

Hola guapisima, ya estás incluida en el blog nuestra poesía, he tenido algunos problemas con los espacios que no se porqué no me los ha respetado, espero que no te importe como ha quedado, a mi la verdad es que me gusta.
Te dejo el enlace aquí:

http://todospoetas.blogspot.com/

Besazos y buen fin de semana

Paco dijo...

Besazo, Reina.

Trini Reina dijo...

Siempre he sido partidaria del que: "quién quiere, puede"...

Besitos

http://poemasdeshanna.blogia.com

María Narro dijo...

el mejor, primero y al que más he querido, fisioterapeuta que he tenido hasta hoy, Manuel, era ciego. Le costó empezar, pero antes de que hace meses le diera un derrame cerebral se había reconocido que era el Mejor fisioterapeuta de mi ciudad.

Lamentablemente prejuzgar y hacer de menos a quien no es como los demás, es el pasatiempo preferido de algunos. También en la red :(

Besos.

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Gracias, Maribel, luego pongo un enlace en un post. Merece la pena visitar el blog.
Besos.

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Otro beso grande, Paco.

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Yo tb Trini.
Querer es Poder... al menos se intenta.

Besos muchos.

El antifaz dijo...

Las caricias se sienten, no hace falta oirlas. Esa profesora vivía de acariciar el piano, seguro.
Muy bonito.
Besos.

fgiucich dijo...

Es que la música se lleva en el alma. Hermoso relato. Abrazos.

María Narro dijo...

Seguro que sí, Antifaz. Bienvenido.
Un beso.

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Claro, la música cuando es de verdad se lleva en el alma.
Gracias.
Besos.

SHE dijo...

...Marìa cuando vì tu foto, te confundì con una amiga de Asturias.

Ahora no se expresar lo que significa para mì conocer tu espacio.

Doy clases de teatro a niños, pero lo mìo no es encaminarlos a ser la gran estrella o los grandes actores,me voy a lo didàctico.
Mi tècnica es ver las deficiencias
y ayudarles a superarlas a travez de este maravilloso arte.
Despuès de leer este post me encuentro màs satisfecha conmigo misma, màs humana gracias a tì.

Un enorme placer el conocerte, si me lo permites seguirè por aquì.