Dos días de sol por delante; el veranillo de San Fermín. Con una firma de libros de Francisco Rodríguez Tejedor,‘El día que todos fuimos dioses’ –de Sacecorbo, Charo, de Sacecorbo!!-, mi perro Bruno y el sol...
A punto de devolver un contrato que me parece muy justo y legal, escribiendo, y leyendo ‘El Alquimista impaciente’ de Lorenzo Silva. ¡Es genial...! es la hostia.
Ya hablaré de esto más despacio.
Agradecer al prologuista de ‘Las palabras del viento’, amigo y escritor, Paco Huelva que haya creído en mi novela desde el principio; a mi amigo, escritor y redactor jefe de la revista Caza y pesca, Antonio Mata Huete, que me levantara del suelo cuando “se cargaron” mi trabajo de dos años en un solo día; y a mi querida amiga Durrell que limpiara todas mis dudas.
Sin sus opiniones y apoyo no lo hubiera conseguido... ¡casi! :))))))))))))))))
Porque a veces sólo hay que mirar las cosas buenas de la vida, he quitado medio post y suprimido los comentarios que había. Ayer lo conté en caliente en el facebook, me desahogué y ya está.
¡¡Feliz fin de semana a todos!!