He explicado en los comentarios del post anterior porqué he tenido que dejar de fumar, tomármelo todo con más calma y potenciar los ejercicios respiratorios. Estoy mejor.
Además de haber vuelto al gimnasio (a la piscina aún no lo sé, depende de la tos) quiero complementar todo con el yoga… pero un yoga made in María.
A ver, a mí me interesa del yoga: la respiración, la postura del loto y la meditación (tengo que volver a

comprender que la felicidad es un estado mental y está en nuestra propia mente y no en objetos externos).
Pero lo más importante de momento para mí son las respiraciones…
Básicamente existen tres tipos de respiración:
Vitalizante. Es la respiración activa en que la espiración es más corta y potente que la inspiración, mientras que la inspiración es pasiva y lenta.
Tranquilizante. La espiración es pasiva, lenta y larga, mientras que la inspiración es activa.
Equilibrante. La duración de la inspiración y la espiración es prácticamente igual o muy similar.
En el yoga sólo se respira por la nariz, respiraciones profundas.
La postura de loto me encanta porque es muy cómoda para mí, y eso de meditar… visualizarme en otro lugar… uffff, digo también es muy cómodo.
Pero hay que hacerlo bien:
1. Crear un ambiente tranquilo y relajante (sentada a flor de loto jajajajaja yo me entiendo)
Cerrar los ojos o encontrar a

lgo tranquilo que puedas mirar. Es posible que desees usar una pequeña vela para esto (o visualizar una chimenea)
3. Cuida tu respiración. No intentes cambiar la forma en la que lo estás haciendo. Solo deja que tu atención se centre en como fluye el aire por tu cuerpo. El objetivo de este paso es lograr que tu mente se ponga en blanco gradualmente. (esto creo que es difícil y por eso se inventaron el Ommmmmmmmmmmmmmm porque entre que respiras y dices ommmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm te olvidas de la chimenea y de tó)
4. Relaja cada músculo de tu cuerpo. No te apresures al hacerlo, toma tiempo relajarse completamente y uno debe hacerlo poco a poco. Empieza por la punta de tus pies y ve subiendo hasta que llegues a tu cabeza.
5. Mentalmente concéntrate en palabras que te agraden y vayan contigo (vale, ¡la chimenea!)
6. Repite estas palabras de modo que te animen a lograr lo que deseas. Por ejemplo, repite lo relajado que estás diciendo "Estoy completamente relajado"
7. Visualiza un lugar tranquilo... o dónde te gustaría estar. Este puede ser real o imaginario
(uffff, mejor empiezo de nuevo)
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