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martes, 16 de octubre de 2007

Cadenas

Mis ojos te devoraban mientras leías sentado en una cómoda butaca de la sala de estar. Tomaste un vaso de agua que había en la mesita de cristal y al llevártelo a la boca, reparaste en mí. Con suavidad lo dejaste de nuevo sobre la mesa después de beber muy despacio. Me miraste por un segundo apretando los labios, y pasaste la página. Un periódico se sostenía aburrido en mi regazo, pero yo sólo te veía a ti. Así había sido desde que tropezaste conmigo una semana antes cuando llegaste a la pensión. Te deshiciste en disculpas y sonrisas, y fue entonces, al cruzarse nuestros ojos, cuando comenzó ese dulce juego de seducir con la mirada olvidando que habías pedido una habitación doble porque pronto se reuniría contigo tu familia. Por lo menos yo lo olvidé.

Anoche, mientras cenábamos, me di cuenta que me he enamorado y apenas te conozco. Por mucho que me repita que tú nunca tomarías en serio a una mujer como yo, tus ojos me dicen lo contrario. No sé que va a ser de mí cuando te vayas.

Intentando olvidarme de ti fui al acantilado con mi nueva cámara de fotos. El espectáculo era enorme, con una reluciente luna llena brillando en todo su esplendor sobre la serenidad de un mar lleno de esperanza. Una pareja de gaviotas que oteaban el horizonte me hizo volver a la pensión, cargada de tristeza y sin una sola foto. No he pegado ojo en toda la noche. Y ahora busco tu sonrisa para reconciliarme con el mundo y estás tan serio absorto en tu lectura que, me pregunto si no habrá sido todo otro de mis absurdos sueños.
-¡Papá! -llamó un niño acercándose a ti y helándome el alma al mirar mis ruedas- Mamá dice que salgas ya.
-Ahora voy, espérame fuera. Tengo que ir un momento a la habitación -le dijiste cerrando el libro y poniéndote de pie.

Al pasar junto a mí rozaste mi hombro y al mirarte, me pareció ver en tus ojos toda la tristeza del mundo. Quise seguirte, levantarme de ésta odiosa silla de ruedas y salir andando detrás de ti, o empezar a correr huyendo de mi suerte, de mi castrante prisión. Quise abrazarte, que me abrazaras; quise tenerte sólo para mí, por un instante... por un instante de libertad.
............
Hoy hace un mes que te fuiste. Nada tiene sentido, o es que lo empieza a tener ahora porque enamorarme de ti me demostró que todavía estoy viva, sobre ruedas pero viva.

La luna llena vuelve a brillar con más fuerza que nunca sobre un mar furioso.
Furioso de deseo, de nostalgia, de pasión. La luna, mi luna, mi amiga, mi alma. Tan solitaria como yo. Y el mar, tan viril, tan fuerte, tan noble, como tú.

Guardé la cámara de fotos en la mochila y me arrimé al precipicio. Eché los frenos y me bajé de la silla quedándome sentada en el borde. El mar, a mis pies, se me antojaba que rugía a la luna con lujuria. Sería tan fácil, sería tan fácil dejarme caer y que me abrazaras para siempre. No, no me mires así bella luna, ahí somos iguales, tenemos que seguir brillando y ser libres de corazón. No hay otra opción.

24 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bello y triste relato; la foto de abajo, una pasada. Oportunidades perdidas, las eleciones en el momento inadecuado...el amor a deshora, cambiados los rumbos...Tanto para contar..Pero la vida, el calor de la sangre te incita a seguir viviendo, a combatir, a pelear por todo.
Un fuerte abrazo.

Maribel Sánchez dijo...

Me quedo con el final María.

"tenemos que seguir brillando y ser libres de corazón"

El resto.... guardemos lo bueno y sonriamos ante lo "malo" que así poco a poco se olvidan esos detalles que nos hacen esconder la sonrisa.

Besos.

María Narro dijo...

Un beso enorme y gracias a los dos.

El relato lo escribí hace un año, anoche lo retoqué y lo puse. Amor a destiempo, total, pero yo no lo veo triste. Trato y traté -en un foro- de mostrar que los compromisos, los hijos, tu pareja, a veces pueden 'pesar' como cadenas, tanto o más, que una silla de ruedas.

Y el relato me encanta.

txanba dijo...

el relato que haces, hablar con la luna, con la naturaleza, me has hechos sentir que yo también hablaba con la mar, y la luna. un abrazo. quiero un vaso de agua.

Sibyla dijo...

Que relato tan bonito, amores imposibles..separados por distancias insalvables...como la luna y el mar...
Esos amores, siempre vivirán con nosotros.
Como decía Sabina en su canción:
"Porque amores que matan, nunca mueren".
Un beso princesa.

Anónimo dijo...

Quizás él quedó tan triste como ella. A veces hay cadenas invisibles, más férreas y fieras que las que tocamos...

Me ha gustado el relato y no, no me parece triste y, al ser yo una romántica empedernida, pienso que habrá otro tiempo, otro lugar, no se sabe dónde ni cuándo, pero lo ha de haber...

Besos

Anónimo dijo...

De una emotividad suprema, María.
UN FUERTE ABRAZO.

Bett dijo...

Que precioso relato... al igual que Maribel, me quedo con el final.
Gracias por compartirlo Maria!

Te dejo un fuerte abrazo!

(espero no te moleste que te haya enlazado a mi blog!)

Silvia dijo...

Precioso el escrito y preciosas las fotos Maria...los lazos pesan pero esa chispa de sentir enamoramiento (yo creo que para el amor hace falta tiempo y conocimiento,pero el enamoramiento es fantástico), esa magia que no se nos pierda nunca aunque se quede en eso, en magia.
Un beso guapa, me ha encantado leerte otra vez

Mi Chica dijo...

Holaa!El relato es precioso,y pienso que si que hay cosas que pueden pesar más que una silla de ruedas.

Un beso María y una sonrisa,gracias.

Matta dijo...

Que lindo y que intenso y que bien escribes.....un saludo para tí...

Anónimo dijo...

Pues debe ser eso, que todos tenemos algún tipo de celda que nos impide lanzarnos a vivir sin normas. Celdas de cristal, o con barrotes de oro, celdas que cada cual elige o en las que nos acostumbramos a sobrevivir hasta sentirnos agusto. Es eso que los filósofos llaman el libre albedrío del ser humano. Supongo.
Vino y besos.

LUIS JAVIER dijo...

Todos tenemos cadenas en nuestras vidas en mayor o menor medida, nadie dijo que la vida fuera facil. Pero tu lo has dicho: "para los valientes...no hay opción".

Muy bonito.

Pedro Estudillo dijo...

Precioso relato. Me encanta haber encontrado este hermoso sitio donde leer bellas historias.
Lanzarse al vacio puede ser a veces una solución, ya que lo que encontraremos abajo nunca lo sabremos hasta que lleguemos allí.
Un saludo

María Narro dijo...

jajajaj txanba, oído cocina!!! marchando una de agua ;)
Besos.

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Siempre, Sibyla, siempre.
Un beso.

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Me temo que sí, Trini, y la tristeza de él a ella le dolía mucho más.
Besos.

María Narro dijo...

Gracias Paco, un beso fuerte.

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Un beso hadita, claro que no me importa, de hecho yo pondré el tuyo en cuanto pueda.

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Pero Silvia, la magia que acompaña al enamoramiento, y al amor tb, es lo que da color a la vida.
Un beso.

María Narro dijo...

Gracias a ti, mi chica.

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eres muy amable, matta.
Un beso.

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Manuel, justo eso, pero yo no creo que sea libre albedrío porque suele haber mucho miedo de hacer daño a los demas.
Un beso.

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María Narro dijo...

Luis Javier, acabo de estar en tu blog... me llamó la atención tus intereses y leí los falsos malos tratos.
Siento mucho que tengas que pasar por todo eso, pero te creo. Llevo muchos años en esto, luchando por la integración... y tú has dado con el lado más negro.

Bienvenido y un beso.

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Pedro, muy bienvenido tu también.
Besos.

Silvia dijo...

Maria guapa, creo que me exprese mal, por supuesto que el amor tiene magia, es magico... es solo que creo que para amar hace falta tiempo de conocimiento y para enamorarse no.

Besos

Malena dijo...

Es precioso lo que has escrito, María. Está lleno de poesía desde el principio hasta el final.Es verdad que hay amores a destiempo pero eso el corazón no lo entiende. Precioso, María. Un beso.

Sandra Garrido dijo...

Es muy hermoso, tristes esos amores imposibles, todo aquello que nos limita, alentador el final, siempre encuentras algo positivo por lo que seguir adelante y eso es lo importante.

Un abrazo
Sandra

Anónimo dijo...

Es una historia sobrecogedora, María, contada con ternura y a pecho descubierto, dibujada con gran expresividad. A veces, dos personas, tienen que luchar desesperadamente para no enamorarse el uno del otro.

Besos, preciosa

La implosion en Venezuela dijo...

Ese acantilado nunca olvidara ese valor que tienes para afrontar, junto a la luna ;el desafuero cuando tenias en sueño ese amor no correspondido.
Ese amor que cubrió con pasión y sigilo la ternura de tu mirada y encontró en fuga la existencia de una mujer que puede ser amada..
Excelente pasaje...por tu espacio..te acepto con respeto pero eso si..sin rollos la invitación a mi Laberinto
UNACO

María Narro dijo...

Victoria, en esa lucha soy especialista.

Un beso a todos y muchas gracias.

pd. nunca dije que el amor no fuera correspondido.