Esta tarde he acabado de leer Fotos de un adios, a mi pesar pues han sido tantas las emociones que hubiese querido que el libro no acabase. Estos días te he sentido muy cerca, como si estuvieses hablando conmigo.
Precisamente eso es lo que en las primeras páginas no me gustaba. Me parecía que no habías escrito una novela sino que estabas contando cosas tuyas atropelladamente como se las hubieses contado a una amiga. Te leía buscando a la escritora y no entendía que no profundizases más en los sentimientos, echaba de menos las descripciones elaboradas. No entendía que estabas haciendo hablar a la May niña desde el recuerdo. No obstante me sentía plenamente enganchada al relato y me sabía mal tener que cerrar el ordenador para irme a dormir.
Después, cuando May se ha hecho mayor y Juan aparece, aparece también la Mamen omniscente, la que describe todas las emociones que la embargan, la que protesta unas veces en voz alta y otras calladamente, la que habla de sus tristezas y de sus alegrías. Relatas varias historias a la vez sin perder el hilo central de la historia y en medio los cuentos, los poemas, las canciones, de una manera hábil que permite seguir leyendo sin perder los tiempos en los que se desarrolla cada situación.
A todo esto la emoción se impone más allá de las letras. Te has dejado el alma en cada palabra queridísima María y has contado magistralmente todo el dolor que ese señor Friedreick ha llegado a provocar no solo en ti sino en todas las personas que te rodean. Ahora te comprendo infinitamente más que antes y también ha crecido en la misma proporción la admiración que ya te tenía. Aún más porque tú has sabido romper el esquema y el tópico sobre la discapacidad, tristemente esos tópicos y esquemas están en las mentes de las personas que están dentro de las asociaciones de discapacitados, pero esto tú ya lo sabes...
Precisamente eso es lo que en las primeras páginas no me gustaba. Me parecía que no habías escrito una novela sino que estabas contando cosas tuyas atropelladamente como se las hubieses contado a una amiga. Te leía buscando a la escritora y no entendía que no profundizases más en los sentimientos, echaba de menos las descripciones elaboradas. No entendía que estabas haciendo hablar a la May niña desde el recuerdo. No obstante me sentía plenamente enganchada al relato y me sabía mal tener que cerrar el ordenador para irme a dormir.
Después, cuando May se ha hecho mayor y Juan aparece, aparece también la Mamen omniscente, la que describe todas las emociones que la embargan, la que protesta unas veces en voz alta y otras calladamente, la que habla de sus tristezas y de sus alegrías. Relatas varias historias a la vez sin perder el hilo central de la historia y en medio los cuentos, los poemas, las canciones, de una manera hábil que permite seguir leyendo sin perder los tiempos en los que se desarrolla cada situación.
A todo esto la emoción se impone más allá de las letras. Te has dejado el alma en cada palabra queridísima María y has contado magistralmente todo el dolor que ese señor Friedreick ha llegado a provocar no solo en ti sino en todas las personas que te rodean. Ahora te comprendo infinitamente más que antes y también ha crecido en la misma proporción la admiración que ya te tenía. Aún más porque tú has sabido romper el esquema y el tópico sobre la discapacidad, tristemente esos tópicos y esquemas están en las mentes de las personas que están dentro de las asociaciones de discapacitados, pero esto tú ya lo sabes...
Sobre todo te quiero dar las gracias por enviarme tu novela, ha llegado en un momento en que me encuentro muy perdida e intentando salir a flote. Después de leerla voy a pensar mucho en tu coraje cada vez que me venga abajo. Yo creo que tu libro deberían leerselo todos los médicos, especialistas o no y todos los profesionales que trabajan en el ambito de la sanidad, por descontado tambien le iría muy bien leerlo a todos los políticos desde el primero hasta el último. Y como creo que debería leerlo todo el mundo en general porque no están sabiendo lo que se pierden, sigo con la idea de que se debería promocionar y vender en todas las librerías habidas y por haber (esto ya lo sabía antes también, cuando había leído trozos del libro).
Qué más decirte María, sino que sigas adelante con tus novelas y que espero tener la oportunidad pronto de leer esa que estás escribiendo. Tienes una virtud maravillosa que es la Constancia y de la que yo carezco, por eso en algún momento tendrás la recompensa que mereces, no te quepa la menor duda.
Para ti, Durrell.
4 comentarios:
voy a intentar reeditarlo, denunciar a Pablo Mendez y los plagios si es preciso, y ponerme en contacto con Lulu para que deje de venderlo.
María, qué decirte que no te haya dicho ya... Ánimo y adelante. Y muchas gracias por poner la foto.
Montones de besos.
Se nota el cariño con el que esta hecha esta crítica, y se nota vuestra amistad sincera.
Un beso a las dos.
Por cierto, qué guapa en la foto de boda, y que jovencita te casaste.
Ah, y genial el relato de arriba, sobre todo esta parte: Quién sabe si alguna vez lograré vivir sin tener que vestir la realidad con los mejores calzones de la locura para que se haga soportable.
un besazo Durrell.
Sí, Raquel, me quiere mucho y yo a ella, pero es objetiva y clara y si me tiene que decir que está mal lo dice. Ahí somos iguales, tú también, pq venimos del Tintero Virtual. Creo escuela.
Durrell está un poco baja y le ha llegado más.
Me casé com 23 añitos.
un abrazo.
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