Estos días estoy ayudando a la asociación donde voy al gimnasio, cosa que me parece justo y normal pues otros no pueden. Pero es muy, muy difícil acercarte a la gente con una hucha pidiendo un donativo. Y no lo he hecho, me he dedicado a repartir folletos informativos, calendarios y globos a quien hacía un donativo a mis compañeras.
Hay gente que muy amablemente se acerca y te escucha, otros se rascan el bolsillo sin escuchar, pero muchos te ponen cara de pasa palabra, de no sabe no contesta y sigue andando, o... a mí no te arrimes. Claro, al primer corte de mangas que le he hecho a uno (muy disimulado porque he acabado rascándome la cabeza cuando me he dado cuenta de lo que hacía) me han mandado a otra planta con un montón de calendarios.
Y ahí salió mi Bernarda o Mafalda chispeante, porque después de varias horas era casi insostenible seguir aguantando las diferentes reacciones de la gente.
Ha sido un señor de mirada elevada y traje caro que nos ha dado 5€, me acerco a él con el calendario y un folleto... y dice: ¡no, si yo no necesito nada!
-Ni nosotras tampoco –le he contestado- ni pedimos limosna. Estamos aquí porque el ayuntamiento nos obliga al no darnos subvenciones para mantener el gimnasio que nos ayuda a vivir a muchos.
Le he dado los papeles a mi compañera y me he ido a la cafeteria.Y ahí salió mi Bernarda o Mafalda chispeante, porque después de varias horas era casi insostenible seguir aguantando las diferentes reacciones de la gente.
Ha sido un señor de mirada elevada y traje caro que nos ha dado 5€, me acerco a él con el calendario y un folleto... y dice: ¡no, si yo no necesito nada!
-Ni nosotras tampoco –le he contestado- ni pedimos limosna. Estamos aquí porque el ayuntamiento nos obliga al no darnos subvenciones para mantener el gimnasio que nos ayuda a vivir a muchos.
Y... más de uno o una, ha quedado como un auténtico pelele, pero yo me siento muy bien conmigo misma. Siempre rodeada de prejuicios, todas éramos compañeras y un ‘mandamas’.
Es que es muy fuerte que en Guadalajara corran más que rumores de que el señor alcalde iba a gastarse 300.000 euros en un campo de golf cuando se supone que el Ayuntamiento no tiene un duro; y nosotras ‘pidiendo limosna’.
Es que es muy fuerte que en Guadalajara corran más que rumores de que el señor alcalde iba a gastarse 300.000 euros en un campo de golf cuando se supone que el Ayuntamiento no tiene un duro; y nosotras ‘pidiendo limosna’.
4 comentarios:
Tema escabroso el del campo de golf.
Feliz navidad.
Hay de todo en este mundo. Abrazos.
Hola María tienes un bonito espacio,
que estas fechas tan entrañables tengas unas ¡felices fiestas!.
un abrazo.
Gracias, Ricardo.
un beso
Fernando y Ana...
besos y abrazos.
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