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viernes, 8 de junio de 2007

Porque me sale del corazón


Porque me sale del corazón sentirte cerca,
porque me sale del corazón sonreír sin motivo
no enfadarme, no gritar ante lo que no entiendo,
porque me sale del corazón quererte a ciegas
tal vez por eso hoy soy más grande.


Porque me sale del corazón sentir la vida en mis venas,
sentir mi alma en las manos,
sentir el sol en mi piel.
Porque me sale del corazón mirarte con luz en los labios
con brillo en mis ojos,
con ansia de fuego y noches de luna,
porque me sale del corazón amar y odiar la vida...
no entiendo nada y quiero todo
porque me sale del corazón.

18 comentarios:

María Narro dijo...

Bueno... éste poema está escrito de una forma especial.

Hace un rato me caí, de la forma más tonta -al ir a coger algo que no alcanzaba- pero me he quedado enredada las piernas con los hierros de la silla. El cuello muy mal puesto ¡horrible!

He sacado calma de donde no la hay, he conseguido enderezarme y agarrar el móvil... pero he estado prisionera en el suelo una media hora -si hacía fuerza sin verme las piernas me las podía romper, las notaba enganchadas pero no las veía-

Si lo pienso bien lloro, pero no me dejo. Han venido mis padres y han montado la de Dios...

Cuando he conseguido quedarme sola, y todo está bien aunque dolorida, he escrito este poema.

¡hoy me pongo un 10!

Anónimo dijo...

Eres la persona más fuerte y al mismo tiempo más sensible que he conocido nunca. Puedes pasar un mal trago pero de tí siempre saldrán palabras dulces y de ánimo para los demás.¡Eres unica,María y te admiro!.Espero que te recuperes pronto.Todo mi cariño para tí.

Mi Chica dijo...

Muy bien hecho,yo también te pongo un 10!!.


Besos.

Calle Quimera dijo...

Eres increíble, María, de verdad... Un verdadero ejemplo de entereza y una llamada de atención para cuando caemos en la tentación de quejarnos por naderías. Reaccionas como una jabata, y encima compones algo tan bello como esto.. Yo no te voy a poner un 10. Te voy a poner un 14 por lo menos, y eso puntuando por lo bajo...

Un besazo, maría. Arriba, siempre arriba...

Anónimo dijo...

Hola María, soy Manolo Rubiales, Kaiman para los amigos, quiero que sepas que te leo, aunque no te he comentado nunca, más que nada por timidez, hoy me he atrevido, y me ha atrevido solo para que sepas que me pareces una escritora de una intensidad especial, no sé calificarla, pero es sumamente estimulante. Soy de los que piensan que entrar en un blog es como entrar en la casa de alguien, o mirar a través de sus vidrieras y demasiadas veces el pudor me puede. Así que, si me das tu permiso, de vez en cuando me asomaré a tus venbtanas e incluso puede que te arroje piedrecitas a los cristales para llamar tu atención, y asi, puedes que algún día tomemos un poético café en el salón de tus palacios interiores.
Vino y besos.

Anónimo dijo...

María,

Tu entereza me deja muda, cuídate mucho guapa, a ver si se pasan esos dolores. Eres una chica de corazón valiente por eso te salen tantas cosas de él. Y cosas tan bellas como ese poema.

Tu accidente me ha traido a la memoria un dibujo en color de una princesa intentando alcanzar una estrella que había en uno de mis libros de lengua castellana y daba pie a aquella poesía tan larga de Rubén Darío: Margarita, está linda la mar y el viento... ¿la recuerdas?

Un beso y un abrazo muy fuerte para que te recuperes pronto.

:)

* Mejor Sola * dijo...

un diez!?!?! eso es poco...

no se bien por que, pero siempre que leo o escucho algo automaticamente mi imaginacion empieza a producir esas imagenes, y eso me ayuda a no olvidarme d elo que me cuentan, d elo que leo, etc. imaginarme la situacion me asusto un poco, pero leer que pudiste me dio mucha satisfaccion, imaginarte por fin "zafando" de esa situacion me regalo un suspiro de relajacion... tranquilidad...

eso salio de tu corazon, que es el que da los regalos mas lindos.

besotes!

ClaudiaRG dijo...

María:
Hermosa María! Solo espero que estés bien... los dolores del cuerpo pasan... que tu corazón esté intacto porque todavía le quedan muchas batallas por ganar... hay mucho por hacer!
Entiendo el dolor del alma.. las lágrimas que quieren salir sin freno... hasta a veces en algunos momentos la impotencia de tus fuerzas, pero no olvides todo lo que queda por hacer, todo lo que aun falta por vivir... y que nada te lo puede impedir...
María hermosa, cuidate! Esta noche trata de dormir lo mejor que puedas... y mañana serás tu otra vez, renovada, con dolores... pero renovada
Besos hermosos!

Clau

Unknown dijo...

Enhorabuena, mi niña, por saber salir de esa difícil situación. Los versos que nos traes hoy se nota que sin duda... salen de tu corazón. Un beso,
V.

Anónimo dijo...

..."Porque sale del corazón y al corazón no está bien ponerle frenos"...

Precioso
Besos

Calle Quimera dijo...

Ya lo decia yo...COJONUDA¡¡¡¡.Y el poema en verdad que salió del corazón.Grande.Salud.Besos.

Anónimo dijo...

Porque me sale del corazón te digo hoy, que te quiero, que necesito querer a personas como tú.
Besos a mogollón y, como dicen en mi tierra: ¡palante!
Agárrate a la vida con la mente, con las manos, con los dientes, con los sueños..., como sea, pero sigue regalándonos esos maravillosos poemas.
UN ABRAZO

Anónimo dijo...

¿Como estás María? Por Dios, ¡vaya susto!, espero que te encuentres bien dentro de lo que cabe.

Bonita, más que bonita poesía. No me canso de decirlo, tus textos tienen "magia". La verdad es que me has hecho recapacitar, admiro profundamente tu serenidad, yo soy una persona muy nerviosa y cobarde, en tu situación no se qué hubiera hecho, pero conociendome creo que me hubieran oido gritar como una descosida en un kilometro a la redonda.


Un 10, no. Matricula.


Un abrazo.

espejodevanidad

María Narro dijo...

muchas gracias a todos, a todos.

Estoy mejor, pasé mala noche y ésta mañana estaba fatal, pero el sol, el reposo y la mente hacen milagros.
Es que el pasado mes de Enero tuve un accidente y me hicieron daño en las cervicales, la caida de ayer fue en el mismo sitio. Pero estoy mejor.

Os quiero Mucho.

Pd. Kaiman ésta es tu casa, y la de todos... pero yo soy la jefa jajajaja

Gracias.

Anónimo dijo...

Linda María, a veces encontrarnos en el dolor mismo, nos hace reafirmarnos más en lo que somos.

La vida es un continuo caer, pero no valdría la pena, si las enseñanzas no fueran a la par.

¡Bendito Dios, que le puede mirar de nuevo para ponerle la otra zancadilla!, porque sólo Él, nos puede hacer salvos y decirnos "Ala, levántate y anda"

María Narro dijo...

jajajajaja
Un besazo.

Anónimo dijo...

Ufff, las caídas, no me hables María... No sé todavía cómo es que estoy por estos lados del mundo. Me caí hace dos años de una silla al romperse un pata, jo con el huesito en el suelo; al principio sentarme era un milagro y entraba al coche como los contorsionistas a una caja. Estuve un año hasta que ya empezaron a desaparecer las últimas molestia. Aunque se suele seguir notando. Hace como un año me caí por las rocas hasta el mar y qué altura... Y hace poco no me caí yo sino el mástil del velerillo sobre mi cabeza. En fin mi querida María podemos sentarnos juntos a contarnos historias, pero vamos a intentar pasar de éstas, ¿Sí? También podemos reirnos y ya está...

Besitos preciosa

María Narro dijo...

¿batallitas de caídas?
venga va.
Te voy a contar mi caida más apoteósica y productiva... hasta ahora.
(gana mucho contándolo en persona, pero bueno)
´
Allá va, mi caida más apoteosica y productiva, y menos mal que estaba vestida (ahora entenderas/reis eso)

Era invierno, la chica que limpia mi casa ya se había ido. Entré al cuarto de baño y como siempre, llevaba el móvil por si me pasa algo. Cuando acabo, ya totalmente vestida y antes de sentarme en la silla, se me cae el móvil. No alcanzaba de ninguna forma y se me ocurrió coger una toalla para pescar el móvil. Pescar porque hacía lo mismo que los pescadores lanzando la caña.
Pues en una de esas que lanzo la toalla me escurro y me caigo entre la taza y la pared. Imposible porque hay 15 cm de ancho, pues me caí ahí. De medio lado, me quedé estancada, no podía mover más que una mano.
Chillé, lloré, no me hize daño pero estaba muerta de miedo.
Intenté tranquilizarme pero como sabía que a mi casa no iba a venir nadie hasta la hora de comer pues seguí chillando mirando al móvil que estaba a un metro de mí.
Daba golpecitos con la mano intentando saber morse, y seguía chillando pidiendo auxilio.
Una hora o dos, no lo sé.

Me oyeron mis vecinas e intentaron buscar a mis padres que viven cerca. No los encontaron y como no sabían lo que me pasaba llamaron a los bomberos.
De buenas a primeras mi casa se llenó de bomberos, mi gata despavorida huyendo de tanta bota enorme. La entendí perfectamente porque estaba a su altura.

Y menos mal que estaba vestida. Tuvieron que quitar un mueble para poder sacarme de donde estaba. El jefe de la cuadrilla de bomberos que le conocía pero no sabía de qué, fue super amable.

Y otro llamó a un psicólogo para que hablara conmigo ¿?
Intentando ser amable les pedí que se fueran que yo solo necesitaba calmarme.
Se fueron, pero me costó.

Por la tarde invité a mis vecinas a tomar café, y suavizando lo que había pasado acabamos a carcajadas porque recordé quién era el jefe de la cuadrilla de bomberos. En mi libro le llamo mi amor al primer codazo, mi amor platónico y con el que nunca hablé en el instituto.

Y esa ha sido mi caida más apoteosica. ¿productiva? pues porque eso ocurrió hace dos años, e intentndo corregir con arte lo que no etiendo, de aquel episodio surge la novela en la que trabajo ahora.
También he aprendido el código morse (escrito)

Besos, Miguelmaría (jajajaja que tonto eres)