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domingo, 17 de junio de 2007

Sumergida en ti


Ímpetu de vida sobre el mar
luna llena sobre mí,
mareas de sueños por cumplir.

Torrentes de nostalgia tatuados en la piel
lluvia de ausencias enmarcada en la pared,
todo gira en torno al mar, en torno a ti.

Viril, fuerte y misterioso,
deseando siempre alejar tus miedos,
abrazar tus anhelos.

Necesitar tu furia es necesitar tu calma,
salvaje de cuento de hadas,
estoy contigo... pero sin ti.

9 comentarios:

ralero dijo...

Ah, el mar, con su misterioso, bello, pavoroso, e irrefrenable atractivo. Ya, ya, lo dijo el poeta, "nuestras vidas son los ríos...". ¿Será por eso que el mar -la mar- nos magnetiza con su fuerza?

Un beso.

Anónimo dijo...

Un diez para Balzac y otro para ti por ese espíritu audaz.

Espero que ese mar lo puedas contemplar en la Costa Brava, y espero que lo podamos contemplar juntas. Ya me dirás algo en cuanto lo sepas. Y tal vez con Malena... ojalá.

Un besotísimo que me has puesto contenta, guapa.

Anónimo dijo...

En cuanto a la cita, sería cuestión de negociarlo.¿Cómo está tu madre,María?.Un beso muy grande.

María Narro dijo...

puede que sí, Rafa, que sea por eso. Lo que tengo claro es que yo necesito contemplarlo y oírlo, como vivo demasiado lejos, por lo menos una vez al año.
Pero es curioso, además de esa atracción que sentimos muchos, yo por lo menos siento un latente respeto ante su bravura, belleza y profundidad (con doble y triple sentido)

Un beso.

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Durrell, hija por Dios ¡qué alegría!, osea que ya no monto sola en el parapente jajajajaja -foto de Helen... abajo del blog Malena-
En cuanto sepa algo te aviso.

Besos.

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Malena, mi madre está bien. Muchas gracias, cielo.
Un besazo.

Calle Quimera dijo...

El mar me llama y lo acaricio alguna vez,no demasiadas.A mis miedos los siento a diario,mi calma me acunará algún dia.Sentí tus palabras.Abrazos. Salud.

Anónimo dijo...

El mar…la mar. Ayer estuve paseando por el Sauzal, no sé si lo pudiste visitar cuando estuviste en Tenerife; bueno pues allí hay un mirador-jardín, desde el que se puede contemplar un paisaje espectacular: toda la costa norte, un acantilado de 30 metros de alto, una playa de arena negra, casi virgen, que es de muy difícil acceso, un mar inmenso y sobrecogedor, y un cielo no menos espectacular. Ayer estaba especialmente bonito el mar, brillante, sereno como un espejo, moteado de traviesos rayos de sol. A veces vivir en una isla tiene sus cosas buenas…

Saludos.

espejodevanidad

María Narro dijo...

¡qué envidia!

No sabía que vivias en Tenerife, tienes suerte.

Un beso.

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Caballero Quimera, gracias por sentir mis palabras.

Un beso.

Anónimo dijo...

Bellísimo poema, de doliente ternura y necesaria melancolía para seguir respirando, sintiendo, viviendo. Me inclino ante vos...
Ya sabes: vino y besos.

María Narro dijo...

Alzaos caballero -dijo la princesa arreando sutilmente, sutilmente ¿eh?,con la espada en tol hombro al caballero Kaiman ;)

Muchas gracias, un beso.