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sábado, 12 de mayo de 2007

Shakespeare in love




*—Decidme: ¿Tanto la amáis?
—Ella es la enfermedad
y la cura al mismo tiempo.


*Yo pretendo que haya poesía en mi vida, y aventura, y amor. No la artística impostura del amor, sino el amor que es capaz de derrumbar la vida, impetuoso, ingobernable como un ciclón en el corazón ante el que nada se puede, ya te arruine o te embelese. Yo debo sentir ese amor.
Sábado de Cine

4 comentarios:

Calle Quimera dijo...

El amor es un mal, y la persona amada la enfermedad y el remedio. Derrumba vidas,arrasa cual ciclón...pero nadie quiere verse libre de él. Debemos de estar locos, pero..bendita locura.

Un abrazo, María.

María Narro dijo...

Sí, y yo la más loca. Bueno, y tú.
Un beso :)

Anónimo dijo...

El amor, siempre derrumba María...
a veces paredes, a veces cielos azules, a veces nubes rojizas,....

Yo también quiero sentir esa parte del amor que es ingobernable, insustituible, inmejorable.

María Narro dijo...

Daan, el amor igual que puede derrumbarte, puede elevarte hasta el infinito.
la cara y la cruz de la vida, quizás.
Un beso.