Han hecho la comunión mis dos sobrinos mayores, Andrea y David.
Si la felicidad existe, hoy se llamaba David.
Ha leído en la iglesia con muchísima seguridad, estaba guapísimo, ha disfrutado como un enano.
Le encanta jugar al futbol, leer cuentos, ver películas, es campeón de natación, tiene once años recién cumplidos; tiene un sindrome de Dawn.
Y Andrea... Andrea es mi ahijada.
Mi todo, mi casi todo.
7 comentarios:
tienen una tia muy especial!!!
Muy lindos tus sobrinos. Y tú, María, permite que te lo diga, estabas guapísima.
Besos.
Un beso muy grande a los dos.
pd. permitido, Rafa, y si algún día me tienes que dar una colleja pues también me la das... pero despacito ;)
((qué frío hemos pasado, y eso que dicen quee es Mayo))
Jo María, qué hermoso, ahora está temblando mi corazón... lo has dejado así. Maravilloso tu sobrino, no me extraña que te sientas tan orgullosa de ellos, tía Mamen.
Un beso
Hola Miguel
sí, me siento muy orgullosa de ellos, y me emocionan.
Un beso.
Recibe mi achuchón, tú sabes que no es necesario ser madre físicamente para sentir la ternura de la que tu hablas. Que la disfrutes siempre.
Un besazo.
lo sé de sobra, Mamen, pero costó mucho aprenderlo.
Un abrazo.
Publicar un comentario