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domingo, 15 de abril de 2007

La caja de música (II)

((la primera parte de La caja de música está en el post de abajo))

Se acodó sobre una rodilla de Mayte y apoyando su pálida carita entre las manos a la vez que la miraba a los ojos, dijo:
-El mundo no es gris ni azul, Mayte. Coge la parcela de mundo que te pertenece y píntalo como tu quieras o puedas, pero no aceptes el color que te impongan. Hay verdaderos desastres, desgracias, ausencias que tiñen nuestra vida de un color muy negro, y ante eso, sólo el mago del Tiempo puede ayudar. Tienes que aprender a diferenciar, no todo es tan gris como parece ni tan mágico y azul como lo ves otras veces. No todo es lo que parece, cariño. Antes abriste la cajita de música y la cerraste decepcionada ¿ por qué? ¿ Por qué me viste sola y quieta? ¿ Por qué no oíste la música? –
Mayte asintió.
-Tu abuela decía que la abrieras sólo cuando quisieras soñar, pero para poder soñar tu corazón no ha de estar bloqueado por el dolor, un dolor que solamente tú acrecientas.
-¿Me estás diciendo que me lo invento? -preguntó Mayte empezando a enfadarse.
-¡ No he dicho eso! Sólo te pido que el daño que te hacen o te puedan hacer, no lo recuerdes porque así se multiplica y en vez de una vez te lo habrán hecho cien, que no dejes que te obliguen a no ser tú, y que aprendas a mirar y escuchar con el corazón. ¿ Oyes la música?

Mayte negó con la cabeza.
La princesita empezó a correr hacía la caja con sus relucientes zapatos de cristal asomando bajo su vestido arremangado. Con dificultad consiguió enderezar la cajita pues aún estaba boca abajo, y de un ágil salto se metió en su interior. En aquel momento se abrió la puerta del desván. El marido de Mayte miraba cómicamente a su mujer, ésta había perseguido a gatas la carrera de la princesita y ahora la observaba e intentaba escuchar con la cabeza casi metida dentro de la diminuta caja tiznándose de aquella forma la nariz del rojo terciopelo de su fondo. Al ver a su marido apoyado en el dintel de la puerta con aire risueño y los brazos cruzados, Mayte se incorporó y le preguntó si oía la música.
-Imposible no oírla cuando te miro.


-pag 216, Fotos de un Adiós-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola de nuevo
me ha encantado este relato,al principio pense en la peli,pero ya vi que no,que es un canto a la libertad personal y al uso de la imaginacion de cada uno y a no dejarse siempre arrastrar por las imposiciones de la sociedad,como te digo me ha gustado mucho y casi he visto a tu pequeña"campanilla".
bueno ahora te dejo otro regalito de mi cosecha a ver si poco a poco te va picando la curiosidad aunque sea un poquito.
un beso
milú

DONDE QUIERO ESTAR

Hoy he vuelto a respirar
y a tocar de nuevo al fin tu mano
y te he vuelto a acariciar
en tus brazos yo me quiero ya quedar

siempre sueño que es real
que volamos hacia las estrellas
y tu risa al caminar
se repite con sus ecos al pasar

se muy bien que a dia de hoy
solo puedes entregar tu mano
pero se que en realidad
es tu mundo el que me viene a abrazar

voy camino de pensar
que es la prueba de un sueño robado
cuando te quiero encontrar
me despierto y me pongo a llorar

pero se que llegara
el momento de besar tus labios
y que al fin te quedaras
y por fin se hara mi sueño realidad

he dejado de soñar
y por fin tu estas aqui a mi lado
sin volver la vista atras
a los dias en que te debia soñar

hoy he vuelto a respirar
y a tocar de nuevo al fin tu mano
y te he vuelto a acariciar
en tus brazos es donde yo quiero estar

hoy he vuelto a respirar
y a tocar de nuevo al fin tu mano
y te he vuelto a acariciar
en tus brazos es donde yo quiero estar

María Narro dijo...

¡touché!
si curiosa soy un rato, te visité pero hoy no pude, mañana iré.
Muchas gracias por darte cuenta de lo que significaba mi relato, es el lado oscuro de mi vida. Afortunadamente es sólo eso.
Un beso.