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domingo, 1 de abril de 2007

Necesito unas risas

y estos no fallan. He aquí un pequeño homenaje a mi serie preferida:
*Mírales, la flor y nata de la
Policía Española,
los hombres de Paco.

*Lucas: Yo creo que te has pasado un poquito. Que ni los presos de Guantánamo llevan tanta correa, Mariano...
Mariano: ¡Que no digas mi nombre, joder, que lo puede oír! Y nos jugamos las vísceras...
Lucas: ¡Qué va a oír ni qué va a oír, hombre! Si tiene el encefalograma plano...
Mariano: Que sí, hombre, que estos son como los que están en estado vegetariano. Que lo escuchan todo en sueños, se les queda en el inconsciente y luego aflora. Tenemos que ponernos unos alias.
Paco: Tiene razón, no podemos decir nuestros nombres. Que estamos ante una mente criminal privilegiada, y si sabe quiénes somos puede ir a por nosotros, o peor, a por nuestras familias.
Mariano: Por eso necesitamos unos alias. Yo me voy a llamar Evaristo.
Lucas: Pero qué Evaristo ni qué Evaristo, joder. Se usan nombres de animales, de siempre. Yo puedo ser Oso, tú, Águila, tú, Foca...
Mariano: Y una mierda voy a ser yo foca. ¿Qué lo dices, porque estoy gordo? ¿Porque estoy gordo lo dices?
Lucas: ¡Coño, no seas gilipollas! Yo soy oso y todo el mundo sabe que los osos están más gordos que las focas.
Mariano: De eso nada, todo el mundo sabe que las focas se asocian a los problemas de sobrepeso, yo no quiero ser foca, Paco...
Paco: ¡Bueno, ya está bien me cago en to lo que se menea! Qué estamos con el asesino más mortífero de todos los tiempos y tú con la puta foca. ¡Pues ya está, ya no hay más animales, animales ninguno! Vegetales. Tú, el señor Berza, tú el señor Puerro y yo, el señor Brócoli, y a tomar por culo...

*Mariano: Lo que tenemos que hacer es coger a Don Lorenzo y darle con el narcotizador.
Lucas: Ahí, ahí.
Paco: Y dale con narcotizar leche, y dale con narcotizar, que parece que tenéis un vicio oscuro.

*¿Qué tienes la dirección de Bin Laden, Paco? ¿Tú quieres saber dónde está Bin Laden, Paco? En mis cojones tengo a Bin Laden Paco, en el centro histórico de mis Cojones, ¡¡en mis santos cojones!!
*Paco: Nos van a inmolar, pero a los 3 juntos, ''degoyeishion'' a la par, última ''volunteishion''

*Mariano: Atención zemos integrantes del Grupo Andalucista Independentista, y zemos nuevos en esto del terrorismo…
(Pausa, llora el bebé, intercambio de líder)
Lucas: Somos los GIA y queremos reivindicar…solos los GIA y queremos reivindicar… ¿Qué cojones somos? ¿El comando potito?
(Pausa, llora el bebé, intercambio de líder, otra vez)
Paco: Nohotro los GIA, en después del secuestro del Comisario Castro y de Chumín Veldere, hemos decidió, en de que… la violencia no nos sirve pa’ná y entonces vamos a deponer las armas y vamos a establecer una tregua permanente pa hiempre.
Lucas: Esta es una rendición sin condiciones ni pollas, a cambio de ná. Porque la violencia… nos da náuseas, y de las gordas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues a mí, no sé porqué, no acaban de gustar las series de producción nacional. Tienen un aquel de cutrerío que me resulta imposible de soportar. No puedo con Cámera Café ni con Los Serranos, ni con El Comisario, ni Hospital Central, ni Con aquí no quién viva, ni con Ana y los 7, ni con Hostal Royal Manzanares...

Recordaba la otra noche, hablando con Alberto Vallejo, aquellas series como "Historias para no dormir" y "Estudio uno" que eran magníficas.

Después vienen las encuestas del CSIC diciendo que en este país el público adora ver documentales... Y luego miras los paneles de audiencia (con el Tomate a la cabeza) y una piensa que o en este país la gente es muy hipócrita o en el CSIC ése viven en Los Mundos de Yuppi..

María Narro dijo...

yo la tele la uso para informame -telediario-, descansar a la horizontal y reírme. Con los hombres de Paco me río mucho -Pepón Nieto me parece uno de los mejores actores actuales en el panorama español-. Y no le pidó más, a la tele me refiero, porque antes de dormir necesito un libro.
Un beso.
(ahora te escribo, parece que pasa la tormenta)

Unknown dijo...

¿No les hace un poco extraño que cuando Uds duermen yo este en vigilia paseandome por sus blogs?

Pero no importa, pueden tomarme como el guardian de sus sueños y viceversa.

He estado un poco silencioso y espero que me perdonen, pero no todos los dias brilla el sol y lamentablemente me han tocado muchos nublados este puto año.

Un beso Marie, no me olvides

Anónimo dijo...

Por si puedo brindar una sonrisa

Qué malo es el miedo, ¿eh? Los seres humanos no estamos preparados para el miedo, no nos sabemos comportar con dignidad. No hay más que ver la cantidad de gilipolleces que hacemos cuando tenemos miedo.

Porque vamos a ver, tú estás por la noche en la cama y oyes un ruido extraño, ¿y qué haces? ¡Te tapas con la sábana! ¡Muy bien! ¿Qué pasa, que la sábana es antibalas? ¿Que si viene un malo con un cuchillo no va a poder atravesarla, se le va a doblar la hoja? ¡Hombre, por favor!

¿Y cuando nos da por mirar debajo de la cama? ¡Hombre, que ya tenemos una edad! Además, suponiendo que haya un asesino debajo de la cama, ¿qué ganas mirando? ¡Que te mate antes! Muy bien, fantástico. ¿Se imaginan que un día nos encontrásemos a alguien debajo de la cama? ¿Qué le diríamos?:

-Buenas nocheeees... ¿Qué? Asesinando, ¿no?

-A ver, hay que ganarse las lentejas.

-¡Pero hombre de Dios! Salga de ahí que se va a quedar frío. Ande, suba, que va a coger asma con tanta pelusilla. Máteme en la cama, que estará más cómodo.

Otra reacción estúpida ante el miedo es mirar dentro del armario, que ya es el colmo. Porque, vamos a ver ¿a alguien le cabe un señor dentro del armario? Pero si el día que planchas no sabes dónde meter toda la ropa, ¿cómo se va a meter un tío ahí dentro? Otra situación. Oyes un ruido raro en casa y te levantas, 'acojonao', en calzoncillos, y preguntas: -¿Hay alguien? ¿Pero qué crees, que si hay alguien te va a contestar? Lo mejor es cuando llegas a la conclusión de que si hay alguien sólo puede estar detrás de la puerta del cuarto de baño, porque lo demás ya lo has registrado y, ¿qué haces? Asomas la cabeza poco a poco, más que nada para que, si hay alguien, te dé a gusto. ¡Ay!

Otra. Vas en un coche y, de repente, el conductor empieza a correr como si fuese Carlos Sainz, pero sin Carlos y sin Sainz, y tú acojonado. ¿Qué haces? Lo normal, protegerte: te agarras a la asita de plástico que hay encima de la puerta. Ya se puede estampar si quiere, que tú vas cogido a la asita... En esta situación, las madres lo que hacen es que se agarran al bolso y se lo ponen delante, como si fuera un airbag.

¿Y cuando vas en bicicleta bajando una cuesta y aquello se embala? ¿Qué es lo que se te ocurre? Quitar los pies de los pedales. ¡Muy bien, muy inteligente! Cuando te descontrolas del todo, sueltas también las manos del manillar. Eso es. Pero ¿qué crees que va a pasar? ¿Que vas a salir volando como E.T.?

Cuando nos van a poner una inyección, ¿qué hacemos? Poner el culo tan duro que la aguja rebota. Sabemos que duele más, pero no podemos evitarlo. Y es que el miedo nos incita a hacer una idiotez detrás de otra: tienes que bajar al garaje y no hay luz. Empiezas a pensar en fantasmas o en si habrá alguien escondido y, ¿qué haces? Cantar. ¡Miedo, tengo miedo, no lo sabes tú muy biebebeben! Eso es, da más datos. Lanza una bengala.

¿Y qué pasa si vas por la calle y de pronto ves a alguien y piensas que te va a atracar? Pues te cambias de acera. Seguro que si es un atracador, pensará: Mierda, otro que se me ha cruzado de acera, qué nochecita llevo. Pero ¿por qué hacemos esto? ¿Qué pasa?, ¿que los atracadores sólo atracan en la acera de los pares? ¡Ay!

El otro día iba en el ascensor con una mujer a la que no conocía de nada y de repente el ascensor hizo un extraño: Brramb. ¿Y qué hizo la señora? ¡Agarrarse a mí! Es una reacción típica de las mujeres. Deben de pensar que los hombres no caemos cuando se descuelga un ascensor.

No hay que olvidar que unidas a nuestras reacciones estúpidas están las que tiene el cuerpo por su propia cuenta. Una de ellas es temblar. Si por ejemplo hay un ladrón en casa y nos escondemos debajo de una manta, el hombre no tiene problemas para encontrarnos. Nos ponemos como un móvil en posición vibrador.

Otra reacción estúpida es la de quedarte paralizado. Si viene un coche hacia ti y está a punto de atropellarte, esto es todo lo que se le ocurre a tu cuerpo, quedarse quieto.

Más reacciones que tiene el cuerpo por su cuenta: gritar. Claro que sí, muy lógico. Si estás friendo un huevo y se te prende la sartén ¿qué se te ocurre? Gritar. Te pones a gritar como un loco: -¡¡Que se me queman los huevos!! Y si viene otra persona, se une a ti con sus gritos: -¡Que se te queman los huevos! Pero ¿qué pretendemos? ¿Apagar el fuego a gritos? ¡Hombre, por favor!

Y luego está lo de cagarse de miedo. ¿Habrá algo más estúpido y más inútil que cagarse de miedo? Bueno, sí, morirse de miedo. Ahora, eso sí, ¡que me esperen muchos años!

María Narro dijo...

jajajajaja
varias, anónimo, varias sonrisas. Éste monólogo es uno de los que más me gustan del club de la comedia ;).
Muchas gracias por ponerlo y un beso.

Enzo, yo jamás me olvido de los amigos, de ti tampoco. Siento mucho que el sol no brille siempre, pero a veces hay que dejar resbalar bastantes cosas, girar la cabeza y mirar con fuerza lo que te provoca una sonrisa.
Un beso.
Sonríe.