Tardamos en aproximarnos.
Me dejé acariciar con guantes de seda, envolver en los más exquisitos tules; tu olor... , tu olor a hogar, a quietud, a monte, quedó muy grabado en cada poro de mi piel. Desde el primer instante tu vida pasó a ser mi vida.
¡ Fue tan fácil aprender a quererte!. Me convertí en tu guía, tu Lazarillo, o ¿ fuiste tú el mío? Era tu juguete, tu diversión, un escape, la novedad. Bailé tus éxitos, lamí tus heridas, siempre estuve ahí.
Junto a ti viví los momentos más intensos. Levitamos sobre el mar, el campo, la ciudad. Me volvía loca jugando en inmensas praderas verdes salpicadas de flores, revolcándonos sobre la hierba. Atravesábamos el viento. Decías que en mis ojos podías encontrar toda la paz y belleza del mundo, que en mi compañía te deslizabas por la vida, ese tobogán de sensaciones casi a tientas. Y yo..., yo me moría por volver a sentir tus caricias. Borrachos de esencia de amor, deseaba que el tiempo se detuviera ¡ dolía la felicidad!.
Era joven, bonita y alegre.
Hace tiempo que no salimos tanto. Esquivas mi mirada, nunca quieres jugar. Se avecinan cambios, me lo dicen los aromas del temprano estío que se cuelan por la ventana. Dolerá, sí. Me acostumbré.
Desde que salimos de casa no me has mirado. Conduces en silencio. Tus manos nerviosas manejan con violencia la palanca de cambios. Un halo de tristeza te envuelve, nos envuelve. Quiero ayudarte. ¿ Es por ella? ¿ La que estornuda? El velo que cubre tus ojos me dice que se acerca el momento. No, no me mires o no podrás hacerlo...
Lisa, tumbada en el abismo del vacío, observa desde la solitaria carretera alejarse el coche rojo. Sus largas y pardas orejas caen abatidas a ambos lados de la cabeza. Su húmedo hocico olisquea los vestigios de gasóleo que aún perduran en el aire. Su mirada..., la mirada más triste del mundo grita en silencio: “Seré buena, no me moveré de aquí. nadie te va a querer como te quiero yo viejo amigo".
-pag 132, Fotos de un Adiós-
8 comentarios:
Sorprendente y bien escrito.
Saludos.
Gracias.
¡Que relato más bello, María!
En el lugar en el que vivo ya ha comenzado la temporada en que vienen a dejar los perros abandonados en las carreteras. No únicamente a ellos, ayer una pobrecita gata embarazada se arrapaba en mis pantalones maullando y queriendose venir conmigo. Tuve que dejarla allí porque no puedo cuidar a ningún animal, y por la noche me remordía la conciencia por ello. Hoy ya no estaba en la calle, solo espero que la causa haya sido que alguien se la haya llevado a su casa.
El abandono de los animales es algo que no llegaré a entender nunca.
Un beso para ti.
Siempre he considerado que no hay nada que justifique el abandono de los más incondicionales de los amigos.
Me repugna casi tanto como el aborto, el racismo y la discriminación.
Un beso para Ti, Marie y para variar excelente la historia.
Yo tampoco Durrel. Bueno sí lo entiendo: hay gente que no es responsable y no se le tenía que permitir comprar o hacerse cargo de un animal.
Sí, empiezan a abandonarlos ahora, pero me jode más lo que pasa en Navidad.
Quedas como un rey regalando un cachorrito, al mes aparece abandonado en un contenedor ¿?????
Un beso y gracias por leerme.
Muchas gracias, Enzo.
Un beso.
Lo leí y acabo de publicarlo en mi blog sin tu permiso. Espero que me disculpes por no habértelo dicho antes. Es precioso, ya lo digo. Buena noche. PAQUITA
Gracias.
Ahora voy a tu blog que tengo a los peques de mi hermana embelesados con la pantera rosa.
Un beso.
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